Los mosquitos asolan la provincia de Castellón, principalmente las localidades con zonas de marjal, a pesar del incremento de los tratamientos que llevan a cabo los municipios, así como la Diputación Provincial, institución que invierte un millón de euros al año en la lucha contra estos insectos. Los vecinos afectados exigen medidas más contundentes a las administraciones ante esta situación que ya es «insoportable».

Si bien hace más de quince días se realizó un vuelo aéreo para atajar la situación, lejos de desaparecer la plaga, esta va en aumento en algunas localidades de la provincia, lo que lleva aparejadas multitud de quejas de los vecinos que tienen que soportar las picaduras de estos insectos.

Torreblanca, Nules, Alcalà, Benicàssim, Peñíscola, Benicarló o Castelló son algunas de las localidades más afectadas por los mosquitos y así lo atestiguan diversos testimonios, quienes denuncian que este año la plaga va a más.

«Antes estaban localizados en la zona más cercana al parque natural del Prat, pero este año hay por todas partes», comenta Juan Manuel López, residente en la Torreblanca, quien denuncia que «sales a comprar y cuando te das cuenta te han acribillado, incluso por encima de la ropa». Además, otros vecinos, como Andrea de Jesús, muestran su preocupación por las mascotas. «Salgo a pasear a mi perro y regresamos a casa llenos de picaduras», comenta esta vecina de Torreblanca, que expresa «temor por que el animal pueda contagiarse de alguna enfermedad como, por ejemplo, la leishmaniosis».

En el mismo sentido se pronuncia una vecina de la partida Solades de Benicarló, quien denuncia que este «problema lo tenemos todo el año y las picaduras de mosquitos son tremendas».

En Benicàssim, Maite Monsó, vecina de la zona sur de la población, asegura que este año «no podemos salir a la calle y estamos hartos de las picaduras». «Estamos recogiendo firmas, y llevamos más de 500, para que el Ayuntamiento haga algo efectivo contra los mosquitos, que se fumigue y que se limpien los solares abandonados, principalmente los que están en la rotonda de la avenida Mohíno y hasta la Ratalla», asegura Monsó.

Municipios como Benicarló, Peñíscola o Nules, entre otros, han incrementado los tratamientos acordados con la empresa y se realizan de forma controlada pero no es suficiente porque las molestias siguen y, este año, se han incrementado. Informa María José Sánchez, Iván Checa, Eva Bellido y Mónica Mira.