Los días 1 de enero no suele verse una gran actividad en prácticamente ningún sitio, así que las primeras horas de gratuidad de la autopista AP-7 pasaron bastante desapercibidas, más allá de que las barreras están levantadas y no hace falta recoger tíquet a la entrada ni rascarse el bolsillo a la salida. Al menos, hasta Tarragona. Desde esa ciudad y por el resto de Cataluña sigue vigente la concesión, con el 31 de agosto del 2021 como fecha final. La prueba de fuego será a partir de hoy, sobre todo en la zona norte de Castellón, por donde no discurre una autovía similar casi paralela.

El primer tramo de la AP-7 en la provincia fue el que discurrió entre Castelló y Puçol, inaugurado en junio de 1974. En aquel momento solo se llamaba autopista del Mediterráneo. A partir de ese momento entraron en funcionamiento los demás segmentos. Buena parte de los que circularon ayer aplaudieron el cambio, sobre todo los que optaban por itinerarios alternativos.

Aunque hay matices, como los de Luis, asiduo a la N-340 entre Vinaròs y Castelló. «Cogía la autopista cuando iba mal de tiempo y así me aseguraba de que, aunque fuera pagando, llegaría en un tiempo determinado. Si ahora está siempre llena de coches, ¿acabaré tardando lo mismo en llegar?», planteó. A la vez, preguntaba quién y cómo se asumiría al coste del mantenimiento.

Más casos. Marta vive en Castelló y acude a diario a trabajar al Hospital Comarcal de Vinaròs. Explica que a partir de ahora se ahorra «sobre 170 euros al mes en peajes». O lo que es lo mismo, más de 2.000 euros al año. Ella forma parte del grupo de gente que saluda con mayor alegría la gratuidad de la autopista. A pesar de que en los últimos tiempos han mejorado las condiciones de seguridad de la nacional 340, con la supresión del tráfico pesado, tarda «mucho más» si opta «por la general, y más desde que limitaron la velocidad máxima a 90 kilómetros por hora».

Otro caso es el de Jorge --maestro en Terres de l’Ebre-- quien, desde hace ya cuatro años, regresa cada fin de semana a Castelló con su familia. «Yo optaba por entrar y salir de la AP-7 en diversos tramos hasta Amposta para pagar lo menos posible. Aun así, me gastaba unos 60 euros al mes en peajes», detalla. A partir del día 8, cuando acaban en la comarca donde ejerce las vacaciones escolares, pasará a circular gratis. «Independientemente del ahorro, ganaré, sobre todo, en seguridad y los trayectos me costarán unos 20 minutos menos», dice.

compromisos // Por su parte, el president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, aseguró que la liberación de la AP-7 supondrá un impulso de la movilidad y de la calidad de vida para toda la Comunitat. Además, Puig señaló que seguirán trabajando con Fomento para mejorar y ampliar los enlaces actuales entre la AP-7 y los diferentes municipios.