Uno de los nubarrones que planea sobre la operativa en el puerto de Castellón es el conflicto que mantienen MSC, la principal naviera del recinto, y APM Terminals, que ha hecho que la primera haya amenazado con dejar de operar si la segunda no rebaja el coste de los fletes. Toledo anunció ayer al respecto que ambas partes han retomado las conversaciones y que «se dan las condiciones» para que haya un acuerdo que evite la marcha definitiva de MSC.

«Mi papel fue pedir que retomaran las negociaciones porque son dos empresas privadas. La resolución de este tema no será de un día para otro», manifestó ayer.

Como medida de presión, la naviera ha suspendido escalas en el puerto, pese a que sigue operando en el mismo a través de una ruta compartida con otras empresas. El presidente de la Autoridad Portuaria reconoce que la salida de MSC sería «una mala noticia», pero ni siquiera considera ese escenario, ya que a su juicio hay margen para el entendimiento con la terminal. En el centro de la discusión están las tarifas por cargar un barco, que APM quiere incrementar al menos un 10%.