El antaño poderoso sector del mueble de Castellón, cuyas empresas más potentes estaban ubicadas en el norte de la provincia, toma aire y vuelve a crecer en el ámbito de la exportación tras varios años difíciles. Este incremento de las ventas se produce pese a que las firmas notan el descenso de un mercado clave como el británico, que va a la baja debido a la incertidumbre vinculada al brexit.

La crisis fue muy dura para un sector que en la última década también se ha enfrentado a la consolidación de grandes multinacionales capaces de ofrecer muebles a precios más competitivos, lo que le ha obligado a reinventarse. En la actualidad todavía existen varias empresas en el Baix Maestrat, pero también se han consolidado varios proyectos importantes en Castelló y los municipios de su entorno.

Después de tocar fondo el 2009, las firmas se recuperaron en los años siguientes pero de forma irregular, hasta que el 2017 se produjo otro parón de las ventas que se agravó el año pasado. En el presente ejercicio, y según la Asociación Nacional de Industriales y Exportadores de Muebles de España (Anieme), el sector vuelve a tomar impulso gracias a la diversificación de los mercados. Este incremento de las exportaciones también se extiende a Castellón, cuyas compañías crecieron hasta julio un 6% al vender por valor de 72,8 millones de euros.

Este incremento se produce gracias a la apertura de mercados, una estrategia que logra compensar la caída en destinos tradicionales como Reino Unido. Así, los envíos a México --cuarto destino del mueble provincial-- ya eran en julio prácticamente el doble que en todo el 2018, algo que también ocurrió con Grecia, aunque en este caso la cuantía de ingresos es inferior.

Varias empresas de la provincia participaron hace apenas unos días en la feria Hábitat, que se celebró en València, donde buscaron consolidar los mercados naturales, sobre todo Francia e Italia. Además, y a diferencia de lo que ocurre en el ámbito autonómico, las firmas castellonenses logran crecer en Estados Unidos.