Un abatido Miguel Ángel Silvestre, junto a su madre, María Lidón Rambla, y su hermana, María Silvestre, acompañada por su marido, Patricio Pérez, dio ayer el último adiós a su padre, Miguel Ángel Silvestre Vara, quien falleció el pasado martes tras una larga enfermedad. Durante toda la mañana, el actor castellonense y su familia recibieron el apoyo de amigos, entre los que se encontraban su exnovia Belén López, a quien recogió en la estación, y el golfista Sergio García. Por la tarde, a las 16.00 horas, fue el entierro oficiado por un sacerdote amigo de María Silvestre en la capilla del tanatorio, repleta de amigos y familiares del reconocido fisioterapeuta fallecido. Tras la llegada de los asistentes, alrededor de las 15.30 horas, el actor arribó cerca de las cuatro de la tarde y se dirigió al interior de la capilla --repleta de asistentes-- para despedirse de su progenitor y asistir al sepelio. Seis coronas de flores y varios ramos presidían el altar. Muchas fueron las caras conocidas que se acercaron para acompañar a Miguel Ángel, María y María Lidón, como los hermanos de esta última, María Mercedes, María Elvira y Julio Rambla; el presidente de la AECC, Carlos Camahort; el empresario Alberto Martinavarro junto a su mujer, Orlanda Benet; el presidente del Grupo Porcelanosa, Manuel Colonques; Edelmiro Sebastián, director territorial de Sanidad y amigo personal y compañero del difunto; la portavoz del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento, Begoña Carrasco; el diputado autonómico del PSOE y médico Ignacio Subías; las hermanas María Carmen y Eloísa Aldás; Víctor García y Consuelo Fernández -padres de Sergio García-; Pepe Michavila y Mariate Pérez; y Salvador Guzmán con María Amparo Pérez.

AGRADECIMIENTO / Tras la celebración, y antes de acompañar a su padre a que recibiera sepultura, el actor tuvo ayer la deferencia de acercarse a los fotógrafos y redactores para agradecerles, en su propio nombre y el de la familia, su presencia y respeto.