La liberalización de la AP-7 tendrá muchos aspectos provechosos. Transportistas, sectores económicos, empresarios turísticos y alcaldes confían en que la decisión, que entrará en vigor el próximo 1 de enero, tenga efectos positivos a nivel económico y social. No obstante, hay algunas derivadas que inquietan a los ayuntamientos por donde pasa la autopista, como la construcción de nuevas conexiones --que como publicó ayer este diario difícilmente estarán a punto a principios del 2019-- y la merma de ingresos de los municipios, ya que cuando el vial pase a ser gestionado por el Estado dejará de estar sujeto al pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

La AP-7 cruza de norte a sur la provincia a lo largo de 124 kilómetros y quince términos municipales, por lo que otros tantos consistorios todavía se benefician del pago del IBI por parte de la empresa adjudicataria. En total, y aunque cada ayuntamiento cobra en función del valor catastral que aplica y de los kilómetros en los que la vía se adentra en su término, la previsión es que estas localidades dejen de ingresar más de 2,5 millones de euros el 2020.

PREVISIÓN // Los equipos de gobierno salidos de la cita con las urnas del 26 de mayo ya trabajan con la previsión de que, cara al presupuesto del 2020, el capítulo de ingresos por tributos se reducirá en varias decenas de miles de euros. Uno de los municipios más afectados es Alcalá de Xivert, que recaudará 388.000 euros menos debido a que hasta 16 kilómetros del vial pasan por la localidad. Además, destacan desde el consistorio, compensar una cifra de este calibre es mucho más fácil para los ayuntamientos grandes, como Vila-real o Castelló, que para otros más modestos.

También Vinaròs prevé una merma en el IBI de 298.000 euros, y en el caso de Vila-real supondrá encarar el año con 180.000 euros menos. Pese a ello, la tónica general entre los alcaldes y concejales de Urbanismo pasa por poner en valor la liberalización de la AP-7 y a considerar la caída en la recaudación como un mal menor inevitable. El alcalde de la capital del Baix Maestrat, Guillem Alsina, aseguró que trabajarán para compensar esa afección presupuestaria, pero añadió que la decisión de Fomento de acabar con los peajes «tiene un valor incalculable por el hecho de que nuestros vecinos ganarán en seguridad y tiempo de desplazamiento».

En la misma línea se pronunciaron en otros municipios, como Benicarló o Nules, donde su primer edil, David García, indicó que la caída de ingresos rondará los 100.000 euros, una cantidad similar a la que prevén dejar de recaudar en Moncofa. En el caso de Almenara, desde el consistorio cifraron en 60.000 euros la mengua. Informan B. Roig, X. Flores, M. Mira y M. A. Sánchez.