La lucha contra la pandemia del coronavirus no solo se libra a nivel sanitario sino también social. Personas que sobrevivían gracias a la economía sumergida o aquellas afectadas por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) cuyo pago llega tarde son algunos perfiles de los miles de usuarios que están acudiendo a los Servicios Sociales municipales en busca de una ayuda urgente. La celeridad manda. Necesitan lo más básico, como comida o pagar los recibos de la luz, el agua o el alquiler.

«Mucha gente, que antes no lo hacía, está recurriendo a los Servicios Sociales municipales, por lo que los ayuntamientos se han puesto las pilas en mitad de esta crisis sanitaria para poder agilizarlas, evitando tanta burocracia», explica el presidente del Colegio Oficial de Trabajo Social de Castellón, Jaume Agost. Las prestaciones son económicas o vales de compra en supermercados.

El hecho de que sean la administración más cercana al ciudadano y, ante la gravedad de la situación, los consistorios han redoblado los recursos dedicados. Además, en numerosos casos, se está optando por incorporar a la partida más social el presupuesto de fiestas y otras celebraciones suspendidas por la pandemia.

1.000 menús

El Ayuntamiento de Castelló ya ha destinado cerca de 800.000 euros en atención social. Se han otorgado 2.461 prestaciones para los pagos de consumo eléctrico o alquileres. También se ha puesto en marcha un servicio de menú a domicilio para menores en situación de vulnerabilidad y sus familias. Se reparten más de 400 menús diarios y se llegó a cerca de 700. Además, a esta iniciativa se une la de un grupo de cocineros voluntarios de la provincia, que distribuye otros 500 al día. Desde el inicio de esta emergencia han atendido 6.800 peticiones de ayuda.

En Vila-real, en lo que va de año, se han tramitado 330 expedientes, concediendo 224.000 euros, el triple que el año pasado durante las mismas fechas.

Los Servicios Sociales de Almassora, que han ampliado la atención telefónica a todos los días de la semana, han atendido a 683 personas desde que comenzó la pandemia. En el caso de lotes de alimentación/productos de higiene, ha derivado a 325 usuarios a Cruz Roja y a 150 a Cáritas. Este hecho ha provocado que el consistorio haya concedido un crédito extraordinario de 30.000 euros a estas entidades para atender estas nuevas necesidades sobrevenidas. El gasto del departamento en cifras globales roza los 160.000 euros, lo que supone un incremento de más del 50% respecto al mismo periodo del pasado ejercicio.

Quintuplicar fondos

Por su parte, Burriana destina para alimentación básica una media que se eleva a 1.475,6 euros diarios, frente a los 253,4 euros al día de los primeros dos meses y medio del año. Durante la pandemia se han concedido más de 300 ayudas económicas por un importe global de 95.670,52 euros.

En Nules, Servicios Sociales ha aumentado su plantilla y está trabajando con 70 familias. Ha otorgado 260 ayudas de emergencia por valor de 36.000 euros.

En la Vall d’Uixó, el Ayuntamiento ha destinado 197.250 euros al escudo social para hacer frente a los efectos del covid-19. En cuanto a ayudas económicas, ha habido 450 personas beneficiarias entre prestaciones ordinarias, extraordinarias y de infancia, lo que ha supuesto un desembolso de 93.0000 euros.

Ante la crisis social, los ayuntamientos se muestran partidarios de poder destinar parte de sus superávits a estas partidas. Más información en la página 10.