Hay bazares chinos que no dejan entrar a mujeres con velo. Así lo denuncia el secretario del centro cultural islámico de Castellón, Ahmed Mohamed, quien explica el caso de una víctima, Sara B., quien tuvo que avisar a la Policía Local porque en una tienda de la capital de la Plana se negaron a entregarle la hoja de reclamaciones después de que una responsable del negocio le espetara: “No hay fundas de sillas para ti. Gente como tú no tiene que estar en mi tienda. Lárgate a tu país”. Mohamed asegura que, por desgracia, no es un hecho aislado, sino que “hay tiendas que intentan echar a las mujeres con velo” y que tienen constancia de más casos de musulmanas a quienes han discriminado por llevarlo. “A cualquier persona que le pase esto que nos avise y pondremos una denuncia”, advierte. Sara explica: “Fui a comprar unas cosillas a una tienda de chinos. Conforme entré, los dueños se levantaron. Sabes que tienen costumbre de seguir al cliente, así que no me lo tomé a mal. Me giré y cuando fui a preguntarle casi lo vi encima de mí. Pregunté por los precios de unas fundas de sillas. ‘No, no tenemos’, espetaron”. “Cuando di dos pasos para adelante vi que sí había y les dije: ‘Sí, aquí hay fundas’. “No hay fundas de sillas para ti”, me dijeron. “Gente como tú no tiene que estar en mi tienda. Fuera de mi tienda y fuera del país”, cuenta que le dijeron. “No me hagas sentir mal, me estoy incomodando. Me siento discriminada. Me dicen que es por el velo...”, señala la mujer, quien indica: “Le dije que este país era mío y que yo de la tienda no iba a salir”. “Si no quieres que entre pon un cartel con gente con velo para que no entre y así yo ya sé que si entro me busco problemas”, revela. Pidió la hoja de reclamación, pero no se la querían dar. “Me giré hacia atrás para hablar con su marido, pensando que a lo mejor recapacitaría. Pero me chilló con palabras agresivas y yo manteniendo el tipo. Me envió a la calle Enmedio, donde tenía abogado o gestoría, pero yo no iba a darles la satisfacción de salir. Llamé a la Policía Local y vinieron. Me pidieron la documentación, saqué mi DNI. Rellené el motivo cómo fue... Menos mal que había testigos”.

RECLAMÓ // La administración respondió a la reclamación diciendo que no había lugar a la queja, porque no compró nada y que tenía que ir al juzgado. “Me ha dolido. El velo no tiene país. No soy de hacer daño ni de que lo metan en el calabozo pero sí que cierren la tienda unos días como escarmiento”, indica Sara. H