Decenas de productores de clemenules de Castellón se dedican estos días a tirar al suelo con sus propias manos la fruta que han estado cuidando todo el año para evitar que el daño se extienda a la próxima campaña, tras llegar a la conclusión de que no la venderán. Situaciones como esta, unida a los bajos precios que cobrarán quienes sí hayan logrado colocar su producción, provoca que el diagnóstico de que se está ante la peor crisis del sector en 25 años sea prácticamente unánime. Lo peor es que, tal y como advierten las organizaciones agrarias, los problemas son estructurales y se pueden repetir. Mientras, por ahora el Gobierno de España propone soluciones muy limitadas y no mueve ficha en Europa para frenar la llegada masiva de cítricos procedentes de Sudáfrica.

El secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, aseguró que la respuesta gubernamental es «insuficiente» porque su petición al Ministerio de Agricultura para establecer una ayuda excepcional en forma de compensación directa para los productores que han perdido toda su cosecha no ha obtenido respuesta hasta el momento.

CONVERSIÓN EN ZUMO

En cambio, el ejecutivo anunció que a partir de este martes las organizaciones de productores de frutas y hortalizas (OPFH) podrán iniciar la retirada de fruta para su conversión en zumo, hasta un máximo de 50.000 toneladas en toda España. Mientras el presidente de Fepac-Asaja, José Vicente Guinot, pidió seguir trabajando para ampliar las medidas y «salvar la temporada», Peris criticó esta propuesta porque cree que, con la campaña de la clemenules prácticamente acabada (la de naranja, con un tonelaje más limitado, se espera mejor en cuanto a precios), será difícil que beneficie a una cantidad grande de fruta de Castellón.

Tanto desde el Comité de Gestión de Cítricos como desde la patronal provincial Asociex reconocen que las cifras de exportación son peores que las del año pasado, pese a que la producción es mayor. Y esto ocurre en buena medida porque la presión que ejerce la masiva entrada a Europa de naranjas procedentes del hemisferio sur (sobre todo de Sudáfrica) crece año tras año.

Es el Ministerio de Agricultura quien debería mover ficha para que el clamor del sector castellonense --la aplicación de la cláusula de salvaguarda del acuerdo de libre comercio con este país-- sea viable en la Unión Europea, pero por ahora las palabras del ministro del ramo, Luis Planas no han ido más allá de un vago compromiso de analizar con detenimiento el devenir de la campaña antes de iniciar cualquier actuación. Tanto Peris como Guinot advierten de que para evitar nuevos daños a la citricultura, esta cláusula tendría que estar activada «antes del próximo verano».

REUNIÓN Y MANIFESTACIONES

El propio Planas tendrá otra oportunidad de anunciar medidas en favor de los cítricos durante la reunión que mantendrá con el president, Ximo Puig el lunes que viene. Mientras tanto, también la Plataforma per la Dignitat del Llaurador anunció nuevas manifestaciones el 21 de enero para exigir respuestas a una crisis que definen como estructural.