Jornada de pura diversión. La intensa nevada caída el viernes en el interior de Castellón dejó ayer escenas bucólicas en las localidades de Els Ports y ha supuesto este fin de semana un auténtico revulsivo para el turismo. Cientos de personas pasaron el día en la nieve, disfrutando del primer manto blanco del invierno, que alcanzó los 40 centímetros de espesor.

La reapertura al tráfico de todas las carreteras de la provincia facilitó el desplazamiento de los visitantes. Entre ellos estuvo ayer Juan Carlos Rodríguez, quien subió a Morella con toda la familia para aprovechar «un plan perfecto con los críos». El prat del paseo de la Alameda fue ayer el punto neurálgico del divertimento con trineos, muñecos de nieve y guerras de bolas entre los pequeños.

El sector turístico, feliz con la nevada, aumentó reservas en bares y restaurantes. «Este fin de semana, que no teníamos nada especial, la nieve ha sido el mejor aliado» reveló Javier Amela, de Casa Pere. «Tenemos el comedor al 100%», confirmó Pablo Ripollés del Hotel Cardenal Ram.

En Cinctorres, la Mata, Palanques, Vallibona y Herbés combinan este fin de semana la nevada con las celebraciones de Sant Antoni. La nieve puso en alerta a los organizadores por si tenían que aplazarse actos --ya ocurrió el año pasado cuando cayó la nevada histórica coincidiendo con el fin de semana del patrón de los animales--. Todas las poblaciones han podido celebrar sus fiestas, aunque algunas con ciertos problemas. En Herbés, por ejemplo, los bomberos llegaron abriendo paso con la quitanieves para realizar el servicio de prevención para la quema de la barraca.

«El fin de semana empezó muy complicado al estar incomunicados debido al corte en el puerto de Torremiró. No pudieron llegar ni los gaiteros, pero decidimos seguir con la celebración. Ayer vino mucha gente y todo se normalizó», explicó Adrià Serret, de la Asociación Cultural Lo Botadó de Herbés. Por su parte, el concejal de fiestas de Cinctorres celebró la llegada de precipitaciones por la intensa sequía que padecía el municipio. «Hemos notado más visitantes en Sant Antoni que otros años por la nieve», dijo.

José María Bel, vecino de Fredes, recordó que la nieve era «muy necesaria». «Esperamos poder solventar, gracias a estas precipitaciones, el problema en los pueblos que teníamos que traer agua con cubas», incidió.