Patinetes, bicicletas, balones y carritos de bebé han vuelto este domingo a los parques y jardines de la Comunitat Valenciana, cuando los niños menores de 14 años han podido salir a la calle, junto a un adulto, por primera vez desde la declaración del estado de alarma, el pasado 14 de marzo.

En una mañana en la que ha lucido el sol y se han registrado temperaturas agradables, la mayoría de progenitores y menores llevaban en su paseo mascarilla y, una minoría, guantes.

Esto ha sido una bocanada de oxígeno para los más jóvenes, aunque de momento limitada solo a esos 60 minutos escasos marcados por el Gobierno, sin contacto con otras personas que no formen parte del núcleo familiar y sin poder alejarse de sus domicilios habituales más de un kilómetro. Pese a las restricciones, la medida, que nació a principios de semana con controversia —el ministro de Sanidad, Salvador Illa, se vio obligado a rectificar la primera idea de dejar solo a los menores acompañar a sus progenitores a supermercados, farmacias...— ha sido muy bien recibida por la inmensa mayoría de los menores.

APLAUSOS Y TEMORES / Con más reservas y división de opiniones por parte de los padres, entre los que están los que opinan que el desconfinamiento parcial supondrá un alivio físico y psicológico para sus hijos y los que consideran que esta medida llega demasiado pronto y con un riesgo de contagio por covid-19 todavía demasiado alto. «No es que esté tranquila con la idea de los niños vayan a poder estar en la calle, donde siempre habrá un mayor porcentaje de posibilidades de contagiarse, pero me parece mejor la decisión definitiva del Gobierno que la anterior, que solo limitaba las salidas de los pequeños a acompañar a los mayores a tareas como hacer la compra... Nunca expondría a mis hijos a lugares con tanta afluencia de gente». Es la visión de Mercedes, que ya prepara la equipación con la que saldrán sus dos hijas este domingo a su primer paseo en el estado de alarma: mascarilla y guantes de látex completarán el look.

«Nosotros estamos a favor de que salgan», dice Enrique, padre de dos niños de 10 y tres años, aunque, eso sí, «siempre respetando al máximo todas las medidas que indiquen las autoridades sanitarias». En su caso, este mes y medio de confinamiento es muy complicado de explicar a su hijo menor. «El mayor es ya un poco consciente de la situación, pero el pequeño no entiende por qué no habiendo colegio y estando toda la familia en casa no nos podemos ir a pasar el día a la montaña o a la playa», explica este vecino de la Vall d’Uixó.

DIFERENTES CASOS / Para algunos niños y niñas, la hora de permiso para abandonar las cuatro paredes de las casas supondrá un mayor beneficio que para otros. No es lo mismo sufrir un confinamiento en un domicilio con vistas al exterior que hacerlo en un piso con limitación de luz solar. En este último caso el permiso de salida decretado por el Gobierno aliviará muchas situaciones de estrés entre los menores.

Para aquellas familias que dispongan en sus residencias de zonas comunes abiertas no existirá, sin embargo, la posibilidad de dar rienda suelta a los más pequeños de la casa sin la necesidad de tener que salir a la calle. Así se detalló en el BOE extraordinario publicado ayer. Hasta que se puso negro sobre blanco, la utilización de estos espacios quedaba a expensas de las propias comunidades de vecinos.

Este sector ya se puso manos a la obra desde el momento en el que el ministro de Sanidad anunciaba la medida de desconfinamineto parcial de los menores hasta 14 años. «Hubo contactos con los presidentes de las comunidades para que fueran estas las que decidieran qué medida se toma en estos espacios». La mayoría de las residenciales de la capital de la Plana se mostraron favorables a utilizar las zonas de ocio, con algunas restricciones, como evitar utilizar zonas de columpios u otras susceptibles de ser compartidas y, por tanto, con riesgo alto de contagio. Sin embargo, tras la publicación del BOE, esto queda descartado. Más información en las páginas 74 y 75.