Fernando Roig ha convertido al Grupo Pamesa en un referente en el sector cerámico, con una facturación en el ejercicio 2018 de 643 millones de euros y 2.000 puestos de trabajo. La firma continúa en constante evolución para afrontar los retos y las exigencias de un mercado exigente y mutante en cuanto a tendencias. En la diversificación radica una parte del éxito de la firma, además de su apuesta por la innovación. La última propuesta del presidente del Grupo Pamesa ha sido lograr el autoconsumo con placas solares colocadas en sus almacenes de estoc, que contarán con células fotovoltaicas con una superficie similar a 10 campos de fútbol. Energías renovables, reciclado de aguas residuales y residuos irán de la mano de la producción de una cerámica de calidad y competitiva en el mercado.

--¿Se avecina una recesión en el sector cerámico?

--En el mundo se produce más cerámica y hay más competencia. No es una recesión, sino que los países emergentes como India o China producen más que antes, y aunque se incremente el consumo yo creo que durante un tiempo ha habido sobreproducción. Ese es el quid de la cuestión.

--¿Cómo puede contratacar la cerámica ante esta situación de ‘overbooking’ de producción?

--En mi opinión, distinguiendo con diseño, calidad, servicio y con esa diferencia que tiene el producto español con respecto a los demás como la pieza de más tamaño, mejor diseño y con un buen servicio al cliente.

--El empresario de Castellón, y el sector cerámico fundamentalmente, siempre se ha distinguido por reinventarse ante cada crisis económica que padecemos.

--Pamesa está continuamente innovando y pensando en la competencia. Por eso nos hemos preparado en el 2018, para un 2019 bueno y creo que lo será.

--¿Qué balance hace del 2018 para el Grupo Pamesa?

--Sí, crecimos en ventas, aunque el coste energético aumentó mucho respecto al 2017 y 2018. El resultado económico no fue como en el ejercicio 2017, pero nos hemos preparado para que el 2019 sea bueno para el grupo.

--¿Cuál es su previsión del 2019?

--Nosotros vamos a crecer, pero no a fabricar más metros, o muy pocos más. Nuestra facturación subirá entre un 7-10% y nos consolidaremos con los beneficios, porque hemos hecho muchas inversiones, sobre todo en el tema medioambiental de recuperación de residuos y aguas residuales. Y lo último que vamos a hacer, con las placas solares, muy pronto.

--¿Se ha acumulado mucho estoc durante estos meses?

--Sí, hemos crecido en estoc para tratar de conseguir dar un mejor servicio en nuestros almacenes y tenemos más que en el 2017.

--¿El sector del azulejo ha evolucionado hacia la concentración en grandes grupos?

--Sí, lógicamente la tendencia es hacer grupos más grandes. Pero considero que va más por adquisiciones que por fusiones.

--¿Ha entrado mucho capital extranjero en el sector?

--Sobre todo en el sector de los esmaltes, en fábricas de cerámica ha habido tres o cuatro operaciones. La cerámica es muy apetecible, pero ahora los movimientos se han calmado un poco.

--¿Su lectura de estos movimientos es positiva o negativa?

--No soy partidario, porque el sector cerámico es muy ágil y de tomar decisiones muy rápidas, con muchas inversiones. Si el accionariado responde bien, será positivo, pero si no es así, como el sector necesita, no será bueno.

--¿Le pasa al azulejo como a la naranja, que debe promocionar más la calidad de su producto con una promoción del ‘branding’ como hacen los italianos?

--El precio medio del azulejo italiano es más caro que el español, pero nosotros hemos hecho fábricas que son más competitivas.

--¿Por qué?

--Posiblemente porque no sabemos vendernos bien, o quizás hemos mezclado la pasta roja con la blanca y ahora con el porcelánico, pero realmente los italianos venden más caro que nosotros.

--¿Cómo se soluciona esto?

--Pues con mucho márketing y potenciando nuestra marca. Pero a pesar de vender a menor precio, nuestras empresas son ahora más rentables. En mi opinión, el camino que ha tomado la cerámica española es el correcto.

--¿Hacia dónde camina y mira el Grupo Pamesa cara al futuro?

--Pamesa va a todo tipo de mercado, con mucha diversificación. Fabricamos todo tipo de producto, desde la pieza pequeña en pasta roja, hasta la pieza grande de placa o el formato 180x90 con gres porcelánico y con pulido, y abarcamos todo un segmento de producto que nos distingue.

--Su apuesta por I+D+I continúa siendo muy importante...

--Sí, Pamesa no para de invertir e investigar. Estamos continuamente cambiado y contamos con unas fábricas muy preparadas, factor que nos confiere ventaja para ser más competitivos.

--Se está hablando mucho del ‘brexit’. ¿Cómo puede afectar al sector cerámico?

--Es una incógnita, pero imagino que si hay aranceles el coste será mayor, además de la burocracia. No obstante, hay pocas fábricas cerámicas en Gran Bretaña y no creo que nos afecte demasiado. Yo pienso que no es bueno para nadie, pero le haremos frente como sea. No tengo dudas.

--¿Hacia qué mercados va el azulejo de Castellón?

--Nuestro mercado natural es el nacional y luego Europa. El transporte cada vez es más caro. Si un metro cuadrado puede valer entre 10 y 15 euros, son 20 kilos los que hay que transportar, por ello nuestro comprador potencial es Europa y también EEUU, a pesar de que cada vez se produce más en Estados Unidos y es más difícil vender el producto de menor calidad, pero nosotros acudimos a todos los mercados posibles.

--¿Hay proyectos de expandir la producción fuera de España como sucede en Brasil?

--No, tenemos una planta en Brasil y nos consolidaremos allí, pero la expansión debe ir por hacernos mÁs fuertes en España y tener buenos distribuidores del producto en todo el mundo.

--Su último gran proyecto, la planta fotovoltaica. ¿Cómo surgió la idea en el Grupo Pamesa?

--Tomamos la decisión de cubrir nuestros almacenes para que los estocajes estuvieran protegidos, y se nos presentaba la oportunidad de colocar las placas encima de ellos, tras el nuevo decreto que eliminaba el impuesto del sol y autoconsumo. Se requiere un sitio donde se produzca y otro donde se consuma energía.

--¿Y la ubicación en Onda?

--En Onda se dan esas circunstancias, porque tenemos unas fábricas que consumen mas de 13 megavatios y vamos A construir una instalación para generar 13-14 megavatios para que cuando haya sol se consumirá lo que se genere al cien por cien. No se puede almacenar porque tendríamos que aumentar la capacidad de producción y mejorar el almacenamiento de energía. Mientras haya sol no consumiremos de red, cuando desaparezca o disminuya la intensidad, se complementará con energía de la red.

--Supondrá un importante ahorro energético, ¿no?

--Se amortizará entre cuatro y seis años, dependerá del sol y del precio de la energía, pero es una lástima con el sol que disfrutamos en Castellón utilizar gas u otras energías. Además, es energía limpia y sin coste de transporte. Desde los almacenes a la fábrica. Ahora estamos terminando las naves y sobre ellas irán las placas. Mi intención es que en julio funcione. Alrededor de 70.000 metros cuadrados, que son más o menos 10 campos de fútbol en placas solares. Empezarán en la zona de consumo y luego probaremos en Pamesa y TAU Cerámica.

--¿Pamesa será la primera en esta forma de autoconsumo?

--Es una iniciativa pionera en España. Este decreto es bueno e inmediatamente lo hemos puesto en marcha y creemos que es muy interesante. Luego, se puede instalar en los domicilios, donde pueden utilizarse baterías para el almacenaje de la energía y el consumo durante todo el día.

--Cuando tanto se habla de destrucción de la capa de ozono y del cambio climático, ¿es una apuesta por la ecología?

--Hemos hecho un esfuerzo grande para recuperar azulejos rotos, aguas residuales y el calor de los hornos del enfriamiento también se reconduce por tuberías. Pamesa pretende ser sostenible y muy eficiente, y como consecuencia, más competitiva como firma. Es una clara y muy firme apuesta del grupo por la ecología.