La complicada situación provocada por la pandemia de coronavirus está sacando lo mejor de millones de ciudadanos que en el país cumplen a pies juntillas el estado de alarma decretado por el Gobierno central para facilitar la lucha sin cuartel contra el covid-19 y se vuelcan en ayudar a las personas de su entorno que más lo necesitan ahora.

Uno de ellos es Miquel Llopis, quien desde su establecimiento en la pequeña localidad de Albocàsser trabaja convencido de que el sector de venta de prensa escrita «está prestando un papel fundamental para muchas personas». Es el servicio de la información de cercanía. «Es uno de los motivos por los que tenemos que seguir manteniendo abiertas nuestras puertas», subraya Miquel, que destaca que la demanda de periódicos, en especial Mediterráneo, ha crecido ahora: «Al no estar abiertos los bares por el estado de alarma, la gente viene más a por el diario para estar bien informada del desarrollo de esta crisis sanitaria que nos está golpeando durante estos días».

Miquel está ahora solo al frente del establecimiento que ofrece, además de la venta de prensa escrita, otros servicios para los vecinos de Albocàsser, como los de estanco, papelería... Normalmente comparte la gestión con su madre, Rosa, que por tener ya una edad de mayor riesgo se mantiene confinada en su domicilio.

La seguridad

«Hemos puesto medidas de seguridad, pero trabajando cara al público siempre estás expuesto. Entra una sola persona por turno, me limpio las manos después de atender a cada cliente, desinfectas el mostrador...», repasa Miquel, eso sí, reticente a usar mascarilla: «Las pocas que hay deben ser para los sanitarios. Si yo enfermo no pasa nada, no soy esencial, pero si lo hacen ellos es un perjuicio para todos».