«No va a haber disolución del Consorcio del Provincial»

--Esta semana ha presentado los presupuestos de la Diputación ¿cuáles son los puntos fuertes de las cuentas para 2017? ¿prepara algún proyecto nuevo?

--Estamos trabajando con un presupuesto que busca ante todo defender Castellón y hacer que los castellonenses sientan orgullos de serlo. En esta línea, persigue igualar las oportunidades en el territorio; liberar el crecimiento económico de Castellón; mostrarse el Gobierno provincial como una entidad pública abierta y transparente, para prestar el servicio que contribuye a la calidad de vida. En cuanto a proyectos nuevos, iremos lanzando iniciativas que puedan servir para mejorar esas cuestiones.

--¿Espera acabar con la polémica sobre los POYS? ¿habrá fondos para todos los municipios, independientemente de su tamaño?

--He mantenido reuniones con todos los portavoces, juntos y por separado, de todos los grupos políticos. Yo quiero que el consenso presida la forma de funcionar de la Diputación, no creo que lo que esperen de nosotros sean polémicas continuas, sino capacidad de llegar a acuerdos.

--También se han presentado las cuentas de la Generalitat ¿como las valora?

--Echo en falta capacidad inversora. y que la Generalitat aborde proyectos pendientes en Castellón. En el ámbito sanitario, en el educativo y en el de infraestructuras básicamente. Y creo que esa carencia tampoco viene suplida por el mantenimiento de unos servicios públicos de calidad y, creo, cuando la Generalitat no incluye partidas que permitan recuperar los servicios perdidos como los despidos del Hospital Provincial, está mermando la capacidad de prestar buen servicio a los ciudadanos de Castellón, y eso sin duda no es admisible.

--En las relaciones con la administración autonómica, es una constante el cruce de críticas por las competencias ¿en qué punto están las relaciones entre ambas administraciones?

--La Generalitat ha cogido la afición de invitar y pasar la cuenta para que la pague el otro. Y esa creo que no es una buena estrategia. Si la Diputación con su presupuesto tiene dificultades para poder atender todas las carencias de todos los municipios de la provincia e igualar sus oportunidades, es impensable es que podamos rescatar a una administración que tiene un presupuesto 150 veces más grande que nosotros. Por tanto, la Generalitat tiene que centrarse en hacer lo que le toca, la gente lo que quiere es que no dupliquemos competencias. Todo lo que sea bueno para Castellón va a contar con el apoyo de la Diputación, y me da igual quién lo promueva, el Gobierno centra o la Generalitat.

--¿Tiene prevista alguna nueva acción para evitar lo que considera, como ha dicho, la constante intromisión de la Generalitat en las competencias provinciales?

--La relación que estamos manteniendo con la Generalitat es una absolutamente de lealtad por parte de la Diputación. Hay una clara voluntad de llevar las cosas de forma coordinada, como se está haciendo en los patronatos de Deportes y Turismo. Lo que se lleva peor es cuando alguien desde arriba te quiere imponer una forma de relacionarte, como fue la vía de los decretos, por eso los recurrimos. El dinero que gestiona la Diputación y el que gestiona la Generalitat viene del mismo sitio, de los impuestos que pagan los ciudadanos y que el Estado trasfiere a una administración para que ejecute unas competencias y a otra administración para que desarrolle otras. Por tanto, cada uno tiene que hacerse responsable de las suyas y entender que quien gobierna tiene la difícil tarea de priorizar.

--El PSPV le ha amenazado con el juzgado porque, dice, se niega a incluir el tema del hospital de día de la Vall d’Uixó y el contrato del Provincial con Debón en la comisión de transparencia. ¿Cómo lo valora? ¿por qué no crea la comisión de investigación que le pide la oposición?

--La Diputación no tiene ni un solo papel de ese expediente. Es un acuerdo del Hospital Provincial con el titular del solar. Por tanto, donde hay que investigar esas cuestiones es el Hospital. La Diputación no ha tomado jamás ningún acuerdo, no tiene ninguna documentación, no es algo que haya ocurrido en la Diputación. Les emplacé y me comprometí a que podríamos abrir esa comisión si se nos facilitaba la documentación, pero

el Consorcio nos la ha negado. Esto es pura demagogia política, porque quien lo está pidiendo, el PSPV, controla la mayoría del Consorcio. No hay ninguna voluntad por saber la verdad.

--¿Cuál es su diagnóstico de la situación del Hospital Provincial tras las últimas medidas y anuncios de la Generalitat, en gestión y en atención al ciudadano? ¿Cuál es su postura sobre su integración en la red autonómica general y qué va a hacer el gobierno de la Diputación al respecto?

--Yo creo que es obvio que tras los despidos hay una merma del servicio que recibe el paciente. Y esa decisión está acarreando ya el que se demoren visitas, el que retrasen intervenciones quirúrgicas y que se incrementen las listas de espera. Es una maniobra que camina hacia la voluntad que tiene la Consellería de desmantelar la calidad asistencial del Hospital Provincial para convertirlo en un centro dependiente del Hospital General. Y ante esa realidad la Diputación no va a ceder. El Provincial tiene cien años construido en el lugar donde está y seiscientos al servicio de los castellonenses, y nos ha costado mucho esfuerzo a mucha gente el poder alcanzar el nivel de excelencia que tiene. Ya le digo públicamente que no va a haber en ningún caso ninguna disolución del Consorcio Hospitalario, porque la Diputación va a mantener la bandera de la calidad asistencial por encima de cualquier otra circunstancia.

--Tras el largo paréntesis y dos elecciones, hay Gobierno en España y es del PP ¿va a ser reivindicativo? ¿qué exigirá a Madrid? ¿No le parece un ninguneo hacia el PP de la Comunitat, que aporta un millón de votos, el hecho de que no haya ningún valenciano en puestos de relevancia?

--Me hubiese gustado ver algún ministro valenciano en el Gobierno central. Creo que hay gente muy preparada y totalmente cualificada para ocupar una cartera ministerial, y esta es una tierra que cuando tira del carro, a España le va bien. Cierto es que creo que todos los que la ocupan, tienen un currículum más que meritorio, y tengo una relación especialmente buena con algunos de ellos, como con Ávaro Nadal, Rafael Catalá, o también con Íñigo de la Serra, con quien he trabajado en la Federación de Municipios y Provincias. Y a ellos sí que, desde luego, les marcaremos los deberes que tienen con Castellón, atender a los sectores productivos que generan tanta riqueza, en el ámbito agrícola el cerámico o el turístico; y continuar trabajando de la mano de las administraciones territoriales para dotar de las infraestructuras a Castellón. Hacen falta en materia ferroviaria y en materia de carreteras, y resolver problemas heredados, históricos, como el tema de las desaladoras.

--Espera que Miguel Barrachina o algún otro castellonense ocupe algún cargo de responsabilidad en Madrid? ¿lo ha pedido?

--Yo no he hablado con Madrid de sillones. Creo que lo importante son las prioridades y los proyectos para Castellón. Creo que también en el caso de los castellonenses hay gente preparadísima para poder ocupar cargos de responsabilidad. No le escondo que me encantaría que así fuera, pero lo que la agenda política aquí en Castellón debe marcar en Madrid no tiene que responder a quien ocupa un sillón, sino a que se lleven a cabo los proyectos que en Castellón hacen falta.

--En clave de partido, se acercan los congresos. ¿Qué cambios va a defender en el nacional, el primero que se celebrará?

--Creo que el PP tiene que caminar hacia una renovación, una regeneración, no solo de personas, sino de formas de funcionar. Yo he defendido absolutamente que medidas como las listas abiertas, la participación de todos los militantes, que puedan abrirse procesos de primarias para la elección de candidatos, sea algo que se pueda debatir en el congreso. Creo también que el partido debe defender la tercera urna en la elección de los presidentes de las diputaciones porque, desde Castellón, que es la periferia de la periferia, se ve con claridad cómo un liderazgo provincial que tuviera el aval de los ciudadanos, tendría una legitimidad mucho más fuerte para poder defender el territorio. Creo que todas esas medidas de apertura democrática, de transparencia, de participación, son medidas y retos que deben plantearse en el congreso.

--¿Cómo ve ahora el liderazgo de Isabel Bonig en el PPCV? ¿Prevé cambios destacados en el congreso regional para zanjar la crisis forzada por los casos de corrupción en Valencia?

--Creo que el partido necesita en la Comunitat el congreso para consolidar un proyecto de futuro sólido, que sea una clara alternativa a un gobierno que ahora está formado por la suma de tres proyectos políticos que no representan a inmensa mayoría del sentir de los valencianos. Por tanto, creo que hay una demanda de una alternativa firme, clara, centrada, valenciana y con la fuerza que solo el PP puede dar. Se espera mucho de ese congreso, en el que tenemos que ser capaces de encontrar ese punto, ese relato de comunidad, ese espacio político de centralidad que nos permita ser cada vez más alternativa de gobierno. Creo que Isabel encarna ese liderazgo, y va a tener todo el apoyo de Castellón.

--Ya que no se hizo un congreso extraordinario del PPCV ¿se cumplirá con la petición de que sea el primero tras el nacional?

--El lunes la junta directiva nacional convoca el congreso nacional para febrero y, a partir de ese momento, se abrirán los plazos y habrá que ver cómo se pueden solapar para poder ejecutarlo. Creo que es una prioridad de todos y desde la dirección nacional se entiende. Es necesario es que se priorice para ser el primero.

--Por último, llegará el provincial ¿tiene planes concretos para este cónclave? ¿algún proyecto?

--Tiempo habrá para hablarlo. No se hará hasta julio del próximo año, si da tiempo, si no, será en septiembre. Habrá que analizar cómo lo enfocamos, pero teniendo claro el PP de Castellón que la línea está trazada. La defensa a ultranza de los intereses de Castellón tiene que seguir siendo nuestra forma de actuar y s hacerlo desde un proyecto político que cree en la libertad de las personas, de las empresas, y que cree en una administración que no sea protagonista sino que sea elemento útil, el catalizador de la reacción química que provoca riqueza y felicidad. H