Tanto la obra del cronista burrianense Martín de Viciana, como el Llibre d’Ordinacions, son instrumentos valiosos para encontrar citas de la Torreta Alonso así como del Castell d’En Nadal, singulares señas de identidad del término municipal de Castellón desde hace más de cuatro siglos.

El profesor Sánchez Adell habló de la Torreta Alonso como de un enigmático símbolo, en el contexto de la documentación existente sobre la historia del poblamiento primitivo de este rincón castellonense. Lo cierto es que los adolescentes de mi época y también de los tiempos anteriores y posteriores teníamos una sensación especial cuando hasta allí nos acercábamos --en pandilla-- siempre para coronar una excursión y especialmente para “comernos la mona de Pascua”.

En 1984, cuando publicamos desde Inculca el número 1 de Castelló Festa Plena, en su página 63, fijamos la reproducción a gran tamaño --media página-- de una fotografía de Heredio desde la Torreta Alonso y el Castell d’En Nadal, con toda la hermosa Plana del término municipal a sus pies, el mar al fondo. No es extraño que, en algunos momentos de la historia, las corporaciones municipales de Castellón que se han venido sucediendo, hayan acariciado la idea de convertir el enclave en un lugar turístico para el disfrute ciudadano.

LA MASÍA // La familia Huguet Carpi, sus herederos actuales, pretenden restaurar la torreta y hacer de ella -esgrimen sus derechos- un entrañable lugar de encuentro familiar. Siempre la han llamado La Masía, ubicada dentro de una propiedad de monte bajo de siete hanegadas de extensión, aproximadamente. La Torreta es una antigua masía de tipología rural, con aires castrenses. Consta de dos cuerpos sobre planta rectangular, única. Luce todavía un remate tipo almena, característico de las torres de vigía, al estilo por ejemplo de la torre de San Vicente de las Villas de Benicàssim, que no están lejanas la una de la otra. Claro que la Torreta Alonso recuerda por su estructura a algunas masías de las tierras del interior. El profesor Forcada Martí, en su libro El Castell Vell dice que “es una masía fortificada de estructura anterior a mediados del siglo XVI…”. El lector avisado ya sabe que estoy hablando de un lugar bastante conocido por los castellonenses situado entre los límites de Castellón y Borriol y que es normal encontrar la Torreta junto a la carretera que conduce a La Coma y su espacio, aunque todavía en el término municipal de la capital.

LA FAMILIA // Hijo de Enrique Huguet Benedito y Andrea Carpi Benedito, nació Enrique Huguet Carpi en Castellón el día 15 de junio de 1918. Tuvo una hermana, Isabel, que contraería matrimonio con Demetrio García Corbín, de la Vall d’Uixó, pareja que tuvieron a una hija, Elisabeth que, a su vez, fue madre de tres hijos: Diego, Daniel e Inés. Todos son también herederos de la Torreta Alonso. Por su parte, Enrique, después del Bachillerato en el Instituto Ribalta, estudio la carrera de Derecho en Valencia y efectuó oposiciones en Madrid, para convertirse en Fiscal. Comenzó su carrera como fiscal comarcal del Distrito de Nules, siguió en Castellón en el Juzgado Municipal número 1 y acabó siendo fiscal en Barcelona, en aquellos años de la Transición. Antes de todo ello, participó en una empresa castellonense de exportación de agrios en la que los Gimeno y los Masip eran las cabezas visibles y Enrique era una especie de coordinador administrativo de las gestiones con Europa, Alemania especialmente. Precisamente, en la histórica ciudad de Hamburgo, es donde Enrique conoció a Fidi, es decir, Elfriede Hoffstede, con la que contrajo matrimonio.

UNA BODA SINGULAR // Enrique y Fidi se casaron dos veces. El 4 de enero de 1963, en Alemania. Y siete días después, en la sacristía de la iglesia de Los Ángeles, en Barcelona. Ella es una singular dama de la Westfalia, que con el tiempo se convirtió en una castellonense más, participante de muchas de las actividades culturales de nuestra ciudad. Bueno, lo cierto es que en la calle de Josep Pascual Tirado, en la casona del número 3, se instalaron los recién casados. Era la casa de los abuelos de Enrique, con su gran cancela señorial, su jardín al fondo y su escalinata noble para acceder a las viviendas en los dos pisos. La estampa de ese gran personaje que fue el consignatario don Joaquín Carpi Marmaneu sentado en su mecedora viendo pasar el tiempo y las ilustres visitas que recibía, hicieron recordar a todos que, en la segunda planta de la casa, donde instalaron Enrique y Fidi su primera vivienda, con un techo altísimo, es donde estuvo instalado el primer centro que permitía a los castellonenses poder hablar por teléfono. Allí nacieron los hijos del matrimonio, Andrea, Enrique y Carina, que después aportarían los nietos y bisnietos de la casa, Alexandra, Yaiza y Víctor, también herederos de la famosa Torreta Alonso.

LA FUNDACIÓ GAETÀ HUGUET // Mecenas y presidente de la Liga de Contribuyentes, Gaetà Huguet Breva y su hijo, Huguet Segarra, intelectual y mecenas como su padre, aunque con más acento político en su historial, fueron los inspiradores de la benemérita Fundació Gaetà Huguet, que se creó en enero de 1962 con los objetivos del apoyo y divulgación del excursionismo y especialmente del fomento del uso y la enseñanza de la lengua valenciana. En el Ayuntamiento de Castellón se constituyó el patronato integrado por los siguientes miembros: Adolf Pizcueta, que fue el primer presidente, Joan Fuster, Manuel Sanchis Guarner, Enric Matalí, Xavier Casp y Emili Beüt, a los que se incorporaron de pleno derecho los familiares, nuestro Enrique Huguet Carpi con Eugenio Roig, Miquel Peris y Ferran Vivas, José Fibla y Ferran Sanchis Cardona, que es el único que vive en la actualidad, en que ostenta la presidencia el alcalde de Castellón. En 1968, la Fundació Gaetà Huguet nombró Valencià de l’Any a Nicolau Gómez Serrano y, desde 1972, en que el homenajeado fue Ángel Sánchez Gozalbo, la fiesta constituye cada año un acontecimiento de la cultura con los castellonenses Casimir Meliá, Germà Colón, Arcadi García, Miquel Peris Segarra, Vicente Sos Baynat, Francesc Michavila, Matilde Salvador, Giner Sorolla, Paco Pascual, Francesc Mira, José Sánchez Adell, Rafael Ribes Pla entre los galardonados, a los que hay que añadir la dinámica Fundación Dávalos Fletcher. H