Día grabado en agendas y calendarios de muchos prometidos de la ciudad de Castellón que vivieron ayer una de sus jornadas más esperadas e ilusionantes.

Y es que la basílica de Lledó abrió su agenda de bodas para el próximo año 2019. Aunque cierto es que este acto no se vive de la misma forma que hace algunos años (cuando la cola la formaban hasta 40 personas que aguardaban un día entero), una de las parejas que ya ha reservado la fecha para su enlace esperó más de 12 horas en la puerta. «Hemos cenado aquí y dormido en el coche», revelaron Víctor y Estela, de 29 y 27 años. Estos novios, que llevan 12 años juntos y se casarán en mayo del 2019, manifestaron que «el sitio es lo único que tenemos claro porque creemos mucho en la Virgen». Ambos fueron los primeros en ser recibidos por el prior de esta basílica, Josep Miquel Francés, quien les dio la enhorabuena en un día de máxima expectación.

Además de ellos, a las puertas de la basílica se agolpaban otras seis parejas más que, a pesar del madrugón, mostraron su cara más feliz y amable a pocos minutos para alcanzar el sueño de casarse en el hogar de la patrona de la ciudad. «Quiero celebrar mi boda aquí por mi madre, que tenía mucha devoción», aseguró una de las novias. «Es un paraje precioso y un emblema de Castellón», manifestaron Mari Carmen y Jonatan, que tras 10 años de relación intercambiarán alianzas el 1 de junio del 2019.

En total, fueron 14 las parejas que se inscribieron ayer, un número idéntico al del pasado año. Francés adelantó que «desde hace dos años, las bodas han aumentado y, al año, en Lledó se celebran hasta 60 enlaces». Todos aquellos interesados en casarse ante la Lledonera deben estar confirmados, entregar el expediente matrimonial (documento que también se solicita en los enlaces civiles) y realizar un cursillo prematrimonial de días organizado por la diócesis de Segorbe-Castellón.

Con todo ello, las parejas prometidas podrán convertir este día tan especial en una celebración inolvidable.