Las personas necesitadas a las que nadie atiende tienen en Castelló, desde 1959, a sus particulares ángeles de la guarda.

Son las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl que acaban de recibir la distinción del Consell a la promoción de la igualdad y en favor de una sociedad inclusiva, y que cada día reciben el reconocimiento y agradecimiento de las personas a las que dedican su vida, sus cuidados, su acompañamiento y cariño.

Sor María Carmen Sapiña es la directora de la Obra Social Marillac y contesta a las preguntas del periódico Mediterráneo con motivo de este premio que les concedió la Generalitat valenciana el pasado 9 d’Octubre.

--¿Cuál es la filosofía de las Hijas de la Caridad?

--Nuestra filosofía es atender a los que nadie atiende, a personas que no tienen hogar. Desarrollamos proyectos y cuando alguna institución se hace cargo de estas personas, nos ocupamos de otras necesidades. En Castelló hemos llevado a cabo diversas iniciativas como el comedor social de Tombatossals o antaño la guardería Virgen de Lourdes cuando tenía un fin social, entre otros proyectos. Ahora somos seis hermanas en Castelló y contamos con 15 trabajadores y alrededor de 25 voluntarios que colaboran con nosotras.

--Uno de los proyectos que llevan a cabo es la Obra Social Marillac, en el camí del Collet ¿qué servicios ofrecen allí a las personas más necesitadas?

--Atendemos a personas sin hogar y que están enfermas. Les hacemos el acompañamiento adecuado para la recuperación de la salud y les ayudamos, si quieren y lo estiman oportuno, a dar los pasos necesarios para la inclusión social. Son personas que llegan de la calle, del albergue o de casas abandonadas que se encuentran en la ciudad. En la actualidad, contamos con 20 plazas para asistir a estas personas en este centro donde no existe un tiempo determinado de permanencia y que siempre está repleto. Se les establece a cada una de ellas un plan de acompañamiento para que no vuelvan a su situación anterior. En este centro, nuestros residentes --que tienen edades comprendidas entre 18 y más de 65 años-- reciben manutención, alojamiento y ese acompañamiento que comentaba sociosanitario.

--Además de Marillac, ¿desarrollan alguna otra iniciativa social en Castelló?

--Sí. Disponemos de ocho viviendas. Cinco conveniadas con el Ayuntamiento de Castelló para personas y familias sin hogar en situación de exclusión; dos pisos concertados con el Ministerio para mujeres solas o con bebés o niños que solicitan protección internacional --refugiados--; y una octava para mujeres en situación de exclusión social o víctimas de violencia de género, concertada con la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat valenciana.

--El centro Faro es otro de los recursos gestionados por ustedes. ¿En qué consiste?

--El centro Faro está en el barrio Tombatossals. Se trata de un centro de día donde todos los asistentes, que son las personas que acuden a la Obra Social Marillac o a los pisos que tenemos, realizan talleres de inclusión social con el fin de ayudarles en el proceso de inserción en la sociedad. Allí participan en actividades diversas como pueden ser de cocina, español o inclusión cultural, por poner algunos ejemplos.

--Realizan un trabajo digno de mención para ayudar a personas que no reciben ninguna protección. ¿Reciben subvenciones por parte de las instituciones para llevar a cabo este objetivo?

--Sí, sí. Contamos con la colaboración económica del Ayuntamiento de Castelló, la Conselleria y la Diputación provincial.