La implantación del nuevo modelo de receta electrónica está siendo «caótica», según alertan farmacéuticos de Castelló. Y es que en los últimos días la Conselleria de Sanidad ha puesto en marcha un sustancial cambio en la dispensación de los medicamentos. Al prescribir un tratamiento, el ya viejo modelo planificaba una serie de recetas con unas fechas determinadas, con el recién implantado plan estas recetas no tienen caducidad, por lo que las personas, en principio, acudirán a la farmacia cuando precisen medicación durante el tiempo de vigencia del tratamiento.

Pero esta modificación está causando problemas en la práctica, como el hecho de que haya muchos pacientes que acuden con su receta, prescrita anteriormente a la entrada en vigor de la modificación, a los que no les salen los medicamentos, a pesar de que tienen una fecha marcada. «Estamos mandando a los clientes a su médico, porque no sabemos cuántos días les tardarán en salir el fármaco», explicó el vocal de oficina de farmacia del Colegio de Farmacéuticos de Castellón, Enrique Hueso.

«Sin previo aviso han puesto en marcha esta importante modificación, mandando una notificación horas antes de implantarse, sin hacer ninguna prueba piloto para ver si funcionaba de forma correcta», lamentó.

«Colapso» ambulatorios

«Desde la Conselleria aseguran que el cambio es para mejorar la adherencia, es decir, que la gente termine los tratamientos, pero, de momento, es un caos, porque no sale en algunos casos la medicación prescrita», señaló Hueso, quien remarcó que los más perjudicados por estos problemas son los pacientes. «Nos toca mandarlos al médico, lo que colapsa aún más los centros de salud», afirmó el vocal de los farmacéuticos.

Sin duda, esta circunstancia contrasta con la intención de Sanidad a la hora de aplicar esta modificación, con la que se buscaba «descongestionar los servicios de Atención Primaria al no tener que volver los usuarios a solicitar una nueva receta».

Acopio

El acopio de medicamentos es otro de los riesgos que plantea el nuevo sistema, según algunos boticarios, mientras que otros defienden que el control es similar al que había con el anterior sistema de dispensación siguiendo un calendario. «La gente coge muchos medicamentos que le salen recetados, a pesar de que ya no los necesite», señalan.

De todos modos, con el nuevo programa es el propio ordenador el que calcula la necesidad de fármacos, según la prescripción médica. Por ejemplo, si una persona debe tomarse una pastilla al día durante tres meses y las cajas son de 30 comprimidos, necesitará tres envases. Cuando compre uno, en principio, días después, sin fecha concreta, debe poder adquirir otro.

En este sentido, Hueso insiste en que si, aproximadamente, cada 15 días se puede comprar el medicamento y el tratamiento está prescrito para un año, en abril un paciente ya puede tener todos los fármacos que necesita durante los 12 meses en su casa.

Sin duda, los más afectados por los problemas que está ocasionando la modificación de la receta electrónica son los enfermos crónicos, la mayoría de los cuales tienen ya una cierta edad. El hecho de llegar a la oficina de farmacia y no poder adquirir el medicamento les genera desasosiego y gran incertidumbre.

Aplicación

La aplicación APP+salut de la Conselleria de Sanidad también recoge esta actualización y permite tener almacenadas las recetas y retirar medicamentos cuando los necesite el paciente. En esta herramienta desaparece también la opción «calendario». En la nueva actualización se puede consultar tanto la fecha de la última dispensación como la disponibilidad para poder retirar un medicamento en la oficina de farmacia. Con estas mejoras, se espera aumentar la funcionalidad de la aplicación y que llegue a más usuarios. En septiembre consiguió superar el medio millón de descargas.