La nueva red de transporte urbano de Castellón, cuyos cambios empiezan a funcionar a partir de hoy, está diseñada para absorber, en los cinco próximos años, entre un 10 y un 15% más de pasajeros que en la actualidad. Son las previsiones del concejal de Movilidad, Rafa Simó, cuando acaba de ponerse en marcha la ampliación del servicio. Haciendo cuentas, si durante el 2015 la red de transporte público de Castellón registró 2,6 millones de pasajeros, según los datos facilitados, en el 2021 -si todo discurre como está planificado- podría llegar a transportar 400.000 pasajeros más, superando los 3 millones.

Tres nuevas líneas, mejora de frecuencias y ampliación de horarios en otras seis y modificación de recorridos en cuatro rutas para optimizar recursos y tener itinerarios más eficaces, son las novedades de la mayor reordenación de la red de autobuses urbanos de los últimos años, que se puso en marcha ayer.

Una reordenación que tiene por objetivo potenciar el transporte público, prestar un mejor servicio, reforzar la conexión de grupos periféricos y urbanizaciones de montaña, atender las demandas vecinales -que en reiteradas ocasiones han solicitado una mejora del transporte público, como lo ha recogido este periódico- y recuperar prestaciones perdidas, además de apostar por una movilidad sostenible.

LOS NUEVOS RECORRIDOS // Una de las nuevas líneas es la L7 Montaña-Grupos, que ya refuerza la conexión de barrios como San Agustín y San Marcos, Tossal Gros, Racó de la Torreta, Penyeta y Lourdes con el centro y los hospitales General y Provincial. La otra incorporación, L9 Estación Intermodal-Grupo Grapa, recupera la línea suprimida con la entrada en funcionamiento del TRAM y prolonga su recorrido hasta Grapa, plaza Doctor Marañón y Fernando el Católico. A la ampliación se suma la primera línea regular nocturna, la N1 Polideportivo Ciudad de Castellón-Hospital General, que circula los viernes y sábados hasta las 3.45 horas, entre los meses de septiembre a mayo con frecuencias de paso cada 30 minutos. H