Una nueva tormenta veraniega barrió ayer la provincia y dejó precipitaciones en buena parte de ella. El norte de nuevo fue la zona más afectada. Una estación meteorológica de un hotel de Peñíscola registró una precipitación acumulada durante el día de 56 litros por metro cuadrado, de los que más de 45 se concentraron en un fuerte chaparrón que cayó por la tarde.

La tormenta dejó además 39,6 litros en Cervera (según el Sistema de Información Hidrográfica de la Confederación del Júcar), 26,4 en Traiguera, 25 en Vinaròs y Segorbe, 24,5 en Castellfort y 18 en Morella y Catí (datos de la Agencia Estatal de Meteorología).

Las precipitaciones, que se concentraron a partir de las 17.00 horas, ocasionaron problemas en algunas localidades. En Benicarló, donde el agua llegó a los 12 centímetros en el paseo Marítimo y se produjeron escorrentías en algunas calles, como la Alcalá, los bomberos sacaron a una pareja y a su hijo de su coche, que se había quedado parado en el subterráneo de la plaza del Mercado y tuvieron que achicar agua de una casa particular, informó el Consorcio Provincial.

En Peñíscola, un hombre cayó a una acequia de las inmediaciones de la Marjal sobre las 19.00 horas de la tarde. Tras ser rescatado, fue trasladado al centro de salud con síntomas de agotamiento. Asimismo, debido a que el agua dificultó la circulación por la carretera de Peñíscola a Benicarló, los vehículos se desviaron e hicieron que la circulación fuese complicada en la N-340 hacia las 20.30 horas. En Traiguera, los barrancos recogieron abundante agua, hasta el punto de que colapsó la calle de los lavaderos, con la consecuente curiosidad de los vecinos.

Asimismo, en Benicàssim la lluvia provocó que se retrasase el primer concierto del escenario principal del Rototom, lo que también retrasó al resto.

Para hoy, Aemet prevé precipitaciones generalizadas débiles. H