La nueva N-232 que entró ayer en servicio entre las provincias de Castellón y Teruel -más en concreto con la comarca de la Matarraña y a la altura de la intersección de la carretera a la localidad turolense de Ráfales- pone fin a más de 30 años de reivindicaciones vecinales. Además, mejorará la seguridad debido a la eliminación de trazado excesivamente sinuoso, así como las comunicaciones con la costa. Sin embargo, este trazado todavía no está completo ya que sigue pendiente la finalización del tramo del puerto de Querol, aún en obras que, por el momento, van a buen ritmo.

El trayecto de la N-232 supone 14,1 kilómetros nuevos, pero se trata de un antes y un después para las conexiones entre los dos territorios. Entre los escollos que se salvan con el nuevo vial destacan la supresión de un tramo de angosta carretera que ha representado durante décadas una auténtica molestia para los vecinos. Además, el nuevo recorrido evita la travesía por dentro de la localidad de Monroyo y reduce en 3 kilómetros la longitud respecto a la carretera antigua. El presupuesto final invertido ha ascendido a 69,9 millones de euros, según el Ministerio de Fomento.

DOS TÚNELES / El nuevo trazado cuenta con dos túneles. El primero, denominado Monroyo, tiene una longitud de 495 metros y está situado en los aledaños de esta localidad. El segundo lleva por nombre Consolación y tiene un total de 270 metros. Además, han ejecutado dos imponentes estructuras. Se trata de los viaductos San Bernardo, de 144 metros, y Valdeluna, de 270. Por otra parte, el nuevo vial cuenta ahora con 16 pasos inferiores.

Otros detalles que contempla la obra es la señalización horizontal y vertical, así como los sistemas de contención necesarios para cumplir con los criterios de seguridad marcados por la normativa vigente, plantaciones e hidrosiembras y un cerramiento perimetral para impedir el acceso de animales a la calzada con el doble objetivo de protección de la fauna y mejora general de la seguridad vial.

Para celebrar la puesta en marcha, ayer se reunieron en Monroyo los ediles de diversos municipios de la zona. Por parte de la provincia de Castellón, el alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, y en representación de Aragón estuvieron el primer edil de Monroyo, José Ramón Guarc; el concejal de Torre de Arcas, José Luis Carceller; y la alcaldesa de Valljunquera y diputada provincial Susana Traver. También asistieron Rafael Martí, como presidente de la Comarca del Matarraña, y el subdelegado del gobierno en Teruel, José Ramón Morro.

DECLARACIONES / A este respecto, el primer edil de Monroyo destacó que se «trata de un día importante para el municipio porque tendremos una mejor conexión con Alcañiz y con Els Ports. Además, se mejorará el área de descanso de la localidad». Por su parte, el alcalde de Morella detalló que se trata de una reivindicación histórica «porque son muchas décadas de retraso que finalmente vemos como llegan a su fin. Las comunicaciones son muy importantes para estas zonas que atravesamos tantos problemas. Es, sin duda, una gran noticia para el presente y el futuro de las relaciones entre Castellón y Aragón». El subdelegado del Gobierno en Teruel, José Ramón Morro, afirmó que la apertura de la N-232 supone evitar una zona «muy complicada para el tráfico y facilitar una circulación mucho más segura».

Hay que recordar que, debido al periodo preelectoral y la prohibición de realizar cualquier tipo de inauguración, el acto de ayer por la mañana se limitó a una puesta en servicio.