El número de beneficiarios del Banco de Alimentos de Castellón ha disminuido casi en un 20% en el 2015, debido a los requisitos más estrictos para poder acceder a la ayuda y a la mejoría de la situación económica.

En concreto, según informaron fuentes del Banco de Alimentos, el total de beneficiarios ascendió a 16.498 el año pasado cuando en el 2014 la cifra se situó en 20.328. También descendió la cantidad de alimentos que se repartieron, de 1,374 millones en el 2014 se pasó en el 2015 a 1,247 millones. Asimismo, ha disminuido el número de entidades sociales que reparten, en el 2015 fueron 88, es decir 20 menos que en el 2014.

La causa de la disminución es que desde el 2015 se requiere un informe del trabajador social para poder ser beneficiario. Antes era un voluntario el que hacía la valoración, requiriéndole la documentación y evaluándole en base a su propia experiencia. Los requisitos son los mismos que los que tienen los ayuntamientos para dar ayudas de emergencia, de forma que, por ejemplo, gente que está cobrando los 426 euros se está quedando sin la ayuda, ya que el corte está en 417 euros. Antes se valoraban los ingresos de la unidad familiar y los gastos y la cantidad resultante se dividía entre el número de miembros de la unidad familiar. En base a ello se daba la ayuda, pero podía variar dependiendo de la entidad.

El presidente del Banco de Alimentos, Alfredo Marqués, declaró que ninguna persona que precisara ayuda se ha quedado fuera por falta de valoración del trabajador social y resaltó el enorme esfuerzo que ha hecho el Banco de Alimentos para cumplir con la normativa europea, para lo que contó con la colaboración del colegio de trabajadores sociales y con los ayuntamientos. H