Tras un mes de enero no tan malo como suele ser para la evolución en el número de autónomos, debido al impacto de la ampliación de la tarifa plana de 50 euros para nuevos emprendedores, el colectivo repuntó en febrero, cuando sumó en la provincia de Castellón 142 negocios más, hasta recuperar una cifra total de 40.557 trabajadores por cuenta propia. Las expectativas ahora son de crecimiento lento para el resto del año, después del ritmo vivo de incrementos que siguió al final de lo peor de la crisis.

El presidente de la nueva patronal Confecomerç, que agrupa a los autónomos y al sector comercial de la Comunitat, el castellonense Cipriano Cortés, la actividad está «prácticamente en tablas, porque muchos cerraron durante la crisis y ahora hay una cierta estabilidad».

Aseguró este lunes que lo que necesitan los pequeños negocios y los emprendedores es «que haya más empleo, y que las pensiones suban su poder adquisitivo para que los ciudadanos tengan más dinero y la economía fluya».

Recordó que el impacto es muy importante cuando se incrementan las rentas de sus clientes, lo que ya ocurrió cuando los funcionarios recuperaron sus pagas extra, lo que «tuvo mucha repercusión en la marcha de los negocios de las empresas pequeñas gestionadas por autónomos, la inmensa mayoría de las que hay».

Por su parte, para el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en la Comunitat Valenciana, Rafael Pardo, el diagnóstico es que «en Castellón crece el número de autónomos, aunque menos que en años anteriores porque cada vez han menos emprendedores por necesidad; hay menos que tienen que lanzarse a la desesperada».

Pardo dijo que esperan que «el cómputo anual sea positivo», teniendo en cuenta que la ampliación de la tarifa plana ayuda a que mejore la situación».