El grupo inversor independiente Atitlan, fundado por Roberto Centeno y Aritza Rodero, ha redoblado su apuesta por los sectores industriales y de servicios al llegar a un acuerdo con la familia Batalla, propietaria del grupo Obinesa. Ambas empresas estuvieron asesoradas, respectivamente, por Deloitte y Garrigues.

Para Roberto Centeno y Aritza Rodero, «el acuerdo alcanzado con la familia Batalla, propietaria del grupo Obinesa, permite a nuestro proyecto impulsar su apuesta por los sectores industriales y de servicios y aportar nuestra experiencia y conocimiento para acelerar el desarrollo de este grupo empresarial del que ahora formamos parte».

El grupo inversor Atitlan está orientado a la consolidación de proyectos y dar valor a largo plazo a sus inversiones, por lo que no tiene restricciones temporales de permanencia siendo su apuesta participar de manera estable en el accionariado implicándose en la gestión.

A principio de este año Obinesa incorporó a José María Martínez (anterior director territorial de empresas de Bankia para Valencia, Baleares y Murcia) como director general del grupo para reforzar su apuesta por la profesionalización en la gestión.

2.500 EMPLEOS DIRECTOS // Hay que remarcar que el grupo Obinesa tuvo una facturación de más de 350 millones de euros en el 2016 dando empleo de forma directa a más de 2.500 personas.