La Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio iniciará el próximo lunes, 11 de junio, una serie de actuaciones para reforzar el firme en la CV-10, en la variante de Borriol. Estos trabajos harán necesario cortar una de las calzadas pero se dejará abierta al tráfico la otra, según informaron ayer fuentes de la Generalitat.

Los trabajos se van a efectuar concretamente entre los puntos kilométricos 17,600 y 24. En primer lugar, se cortará al tráfico la calzada en sentido ascendente de Castellón a Sant Mateu y los vehículos podrán discurrir por la otra calzada mediante los pasos de mediana o transfers debidamente acondicionados. En una segunda fase se circulará por la calzada en sentido ascendente y se cortará la otra. Está previsto que estos cortes tengan una duración de seis semanas.

El director general de Obras Públicas, Carlos Domingo, señaló ayer que el objetivo fundamental de esta actuación «es aumentar la seguridad vial en una carretera con gran capacidad de circulación de vehículos al reforzar el firme y aumentar la capa de rodadura que detendrá la degradación del pavimento que sufre esta vía».

Asimismo, Domingo destacó que el departamento ha diseñado un plan de obra que «minimiza al máximo las afecciones a los usuarios para lo que se trabajará las 24 horas del día durante los siete días de la semana, de hecho, los trabajos preparatorios han comenzado ya sin necesidad de cortar completamente ninguna de las calzadas», explicó el propio director general.