Operación de envergadura la que se desarrolla estos días en las instalaciones de PortCastelló. Las obras de construcción del nuevo atraque de buques de graneles líquidos han llegado a un momento decisivo, con la llegada de dos grandes piezas de hormigón, de 4.700 toneladas de peso cada una, y que permitirán la llegada de buques de entre 5.000 y 47.000 toneladas de peso muerto, con esloras comprendidas entre los 110 y los 220 metros.

Desde la Autoridad Portuaria de Castellón, presidida por Rafa Simó, indican que la actuación permitirá «mejorar la competitividad, y dará respuesta al incremento de tráficos de graneles líquidos, que representan el 52,8% del tráfico global del puerto». El proyecto cuenta con un presupuesto de 3.737.723 euros (IVA aparte), con una ejecución que arrancó el 17 de octubre y que está previsto concluya en agosto.

La llegada de los bloques está rodeada de una considerable complejidad. Las dos piezas fueron construidas en el puerto de Tarragona, para ser posteriormente descargadas en la dársena sur. Sus medidas comprenden 33,35 metros de eslora total, 16,75 de manga y 16,50 de puntal. Con la conclusión de las obras se aumentará la capacidad, y se podrán recibir a embarcaciones de gran tamaño de forma simultánea.

Cifras

Los números más recientes disponibles sobre la actividad de PortCastelló muestran que de enero a noviembre del 2020 se dio un tráfico de graneles líquidos de 8,9 millones de toneladas. Es uno de los apartados que ha sufrido menos el impacto de la pandemia de coronavirus, al descender la cifra en un 7,84%. En cambio, el conjunto de Puertos del Estado sufrió un retroceso de dos dígitos (10,5%). Respecto al balance del 2020, a falta del cierre definitivo, se contempla un descenso de los movimientos de hasta el 10%.