El frente común de siete alcaldes y alcaldesas de la Plana Baixa, los de las localidades más cercanas a las obras en la A-7, ha vuelto a poner sobre la mesa la problemática que está generando a los usuarios de la Autovía del Mediterráneo la remodelación del firme en la variante de la Vall d’Uixó. Aunque nadie discute la utilidad y necesidad de mejorar la calzada en los seis kilómetros y medio más desgastados de la carretera en la provincia, lo cierto es que un mes y diez días después del inicio de los trabajos, las molestias siguen generando polémica.

Los alcaldes alegan la falta de seguridad e incluso el perjuicio económico a las empresas citrícolas de la zona para solicitar la liberalización de la autopista en la zona mientras duren las obras. Y no son los únicos. El Consell; la Diputación; otros ayuntamientos, como el de Castellón; y por supuesto organizaciones económicas (como la asociación de transportistas) y de usuarios (como la UCE) han solicitado en repetidas ocasiones que el Ministerio abra a la circulación gratuita la AP-7.

Fomento dice que no puede pagar 18 millones

El problema es que, según desveló el Ministerio de Fomento a este diario, la apertura, durante los seis meses de obra previstos (ya ha pasado más de uno) supondría tener que abonar a la empresa concesionaria de la autopista (Abertis) unos 18 millones de euros. La estimación surge de multiplicar el peaje por la afluencia de vehículos diaria (que casi alcanza los 48.500 de media en los nueve primeros meses de este año) y a su vez por el tiempo en que se produciría este desvío gratuito de tráfico. Es decir, no se ha valorado la posibilidad de que la empresa reduzca, aunque sea ligeramente, el precio del peaje.

Ante este montante, el Ministerio solicitó la colaboración económica de la Generalitat valenciana para abrir la AP-7, a lo que esta se negó, aduciendo que ya es bastante poco lo que el Estado transfiere a la Comunitat (con una financiación muy por debajo de la media). Entre los argumentos de Fomento figura que siempre que se ha producido una apertura de este tipo, ha colaborado el gobierno autonómico.

Tratan de acortar el medio año previsto para las obras

Así las cosas, la única carretera alternativa que actualmente (y al parecer siempre mientras duren las obras) van a tener los usuarios va a ser la N-340, que se ha convertido en un vial de uso comarcal y siempre está saturada de tráfico. La esperanza que les queda a los conductores es que se reduzcan los plazos de materialización previstos, fijados inicialmente en medio año.

Sobre esto, el viernes el Ministerio de Fomento ya anunció que mañana mismo se iba a comenzar la segunda fase de la obra. Tras el fresado del firme viejo y la compactación de las primeras capas del nuevo en la calzada en sentido Castellón (algo que se prvé concluir hoy), mañana se comenzará a trabajar en el vial en sentido Valencia. Esto supone un adelanto de unos 20 días sobre el cronograma previsto. Y de seguir por el mismo camino, al final el ahorro de tiempo rondaría los dos meses. Alrededor de un tercio del plazo inicial.

Con todo ello, a partir de mañana la calzada cortada cambia. Y todavía se tiene que producir otro cambio más, dado que en la que mañana quedará abierta se deberá todavía asfaltar con la última capa, la de rodadura, y pintar las marcas viales horizontales definitivas, tal y como prevé el proyecto constructivo.

Se reduciría la posibilidad de sufrir un accidente

Con la reducción del periodo de obras también se reduciría la posibilidad de sufrir un accidente en la zona en obras. Nada más comenzar las actividades constructivas ya se produjo uno. Y es que la saturación del vial es importante. Aunque todavía no hay datos del tráfico desde que comenzaron las obras (el pasado 4 de octubre), hasta septiembre la cifra que recogen las estadísticas del Ministerio de Fomento es de 48.485 vehículos diarios. Y de ellos, casi un 22% (10.853) son camiones.

Esta es la diferencia principal respecto a la autopista vecina. Como la autovía, en los últimos años viene sufriendo un incremento de tráfico, pero a niveles muy inferiores. Excepto en verano (en julio y agosto se superaron los 16.000 y 32.000 vehículos diarios), las cifras de la autopista rondan los 15.000 vehículos al día. Y, aparte de ellos, circulan algo más de 3.000 camiones. Lo más significativo es que la cifra de estos vehículos pesados no ha dejado de descender en los últimos ejercicios. Ello ha motivado el perjuicio a la calzada de la autovía. Y mientras tanto la adjudicataria no deja de presentar buenos resultados por su concesión.

El tercer carril está parado y la liberalización lo aleja

Todo esto no hubiera sido tan grave si Fomento hubiera materializado el tercer carril por sentido que ha previsto para la autovía entre Nules y Sagunto. Pero el proyecto para determinar cómo se ampliaría la A-7 sigue estando «en redacción» siete años después de haber sido adjudicado, como han reconocido fuentes de Fomento. Con estos antecedentes, y la hipotética liberalización de la autopista el 1 de enero del 2020, veremos si finalmente se ejecuta. H