La OCDE lanzó ayer una dura advertencia a la que todo el mundo debería prestar atención: el impacto del coronavirus en todo el planeta y su nivel de afectación está superando sus peores previsiones económicas, incluso por encima del peor de los escenarios imaginados. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ha reconocido que la pandemia podría dejar un panorama que no estaba contemplado ni en los planteamientos más pesimistas y subraya que es urgente un esfuerzo coordinado por parte de gobiernos y bancos centrales para superar la crisis.

Hace apenas 20 días, la entidad aseguró que, según las hipótesis que barajaban, la enfermedad podría reducir a la mitad el crecimiento de la economía mundial y situarlo en el 1,5 %, provocando la recesión en economías como la europea o la japonesa. «Ahora parece que ya hemos avanzado mucho más allá del escenario más severo previsto entonces», dijo el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, en una nueva plataforma digital lanzada el pasado viernes por la noche para agrupar datos y políticas de respuesta ante la crisis suscitada.

A su juicio, la respuesta necesaria requiere «un nivel de ambición parecido al que se implantó con el Plan Marshall, que creó la OCDE, y una visión similar a la del New Deal, pero ahora a nivel mundial». El plan estuvo en funcionamiento durante cuatro años desde 1948 y el objetivo era el de reconstruir Europa tras la segunda guerra mundial. Así, partiendo de esta idea, ha llamado a todos los gobiernos y bancos centrales mundiales a cooperar.

Gurría destacó que esta pandemia constituye el tercer gran shock económico tras los atentados del 11 de septiembre y la crisis del 2008. Entre sus efectos, la suspensión de la producción en los países afectados, con daños colaterales en las cadenas de suministro mundiales, y una fuerte caída en el consumo que se une al colapso en la confianza.