A l ocio nocturno de Castellón se le agotan los calificativos para definir la situación económica por la que atraviesa tras decretar el Consell hace 40 días su cierre, cuando empezaban a reflotar tras meses con la persiana cerrada por la pandemia. Ahora esta restricción se prolongará 21 días más, a partir de este lunes, lo que ha supuesto el «varapalo definitivo» para un sector que advierte con enfado que con estas limitaciones van «a morir de hambre».

El presidente de la Asociación de Hosteleros y Empresas de Ocio Nocturno de Castellón (Ashocas), Álvaro Amores, lamenta que estas decisiones no hacen más que «ensañarse con el sector, a pesar de que ha quedado demostrado que los contagios y los brotes siguen con los locales cerrados», cuando son ellos los que pueden «garantizar un ocio seguro y controlado». Solo en la ciudad de Castelló hay, según Amores, cerca de medio centenar de establecimientos afectados y más de 1.000 trabajadores de forma directa, aunque las consecuencias económicas se extienden a otros sectores, como el de la distribución.

Según comenta Amores, no tienen «mucha confianza» en que puedan retomar la normalidad pronto: «Pensamos que va para largo, mientras crean que así pueden tener la situación sanitaria controlada. Haciendo cálculos, yo no creo que se pueda operar hasta principios del próximo año».

Escorihuela ya advirtió días atrás de que la crisis sanitaria puede suponer el cierre de entre el 20 y el 30% de los establecimientos hosteleros de la provincia.

Muy enfadado por la prórroga del cierre se muestra el portavoz de la Asociación de Ocio Nocturno de Castellón ON! y dueño del Wallabys, Juanjo Benavent. Insiste en el «disgusto» que tiene el sector, ya que se les han «culpabilizado sin sentido de la curva de contagios». «La situación es insoportable, los parques están llenos de gente haciendo botellón, mientras a nosotros, que estamos preparados, no nos dejan abrir». «¿De qué vamos a comer nosotros y los trabajadores», apostilla Benavent.

Hay que recordar que la mayor parte de los brotes tenían su origen en el ámbito social, aunque el principal foco que tuvo la provincia, con 60 positivos, se localizó en una discoteca de Peñíscola. H