La asociación del sector de la hostelería de reciente creación Ashocas ha iniciado los contactos con los ayuntamientos de la provincia de Castellón —ayer lo hizo con el de Nules— para exponerles su plan de medidas para reactivar el ocio nocturno en el proceso de desescalada del confinamiento por la crisis del covid-19. Ashocas, que en sus pocos días de vida —nació formalmente a finales del pasado mes de abril— ya aglutina, según fuentes de la asociación, a más de 300 establecimientos, solicita a los consistorios su colaboración para volver a poner en marcha uno de los sectores de la hostelería más castigados por el estado de alarma y la obligación de los ciudadanos de permanecer en sus domicilios.

Con el inicio de la fase 0 de la desescalada, Ashocas se ha puesto manos a la obra para intentar restablecer la actividad en pubs, salas de conciertos, bares de copas, terrazas... con las restricciones marcadas por el Gobierno a partir del próximo lunes, cuando ya podrán empezar a abrir las terrazas exteriores a un máximo del 50% de su capacidad.

MÁS ESPACIO Y MÁS AYUDAS / Precisamente, intentar que esa restricción de clientes tenga el menor impacto posible en los negocios es una de las principales peticiones de la asociación a los ayuntamientos, a los que solicita «la ampliación, sin coste añadido, de las superficies de ocupación de vía pública y del horario de las terrazas, sin entrar en conflicto con los horarios de los locales de ocio nocturno». Asimismo, Ashocas deja caer la conveniencia de rebajar o, incluso, eliminar temporalmente las tasas relacionadas con esa ocupación de la vía pública, todo ello complementado con «una regulación de ayudas fiscales para el ejercicio 2020-2021 que se negociarán en cada municipio (tasas de recogida de residuos, licencias de establecimientos, IAE...).

SEGURIDAD / También esperan la ayuda económica de los consistorios a la hora de la compra de mascarillas para potenciar la seguridad en los locales, así como para la creación de un sello de confianza que identifique a los establecimientos que cumplan «con los principios básicos de seguridad e higiene» que establezca cada corporación municipal.

Esta batería de medidas se complementaría con ayudas y subvenciones públicas, organización de eventos para potenciar el consumo y la lucha de la administración local «contra la insalubridad» de la práctica del botellón o consumo de alcohol en grupo en la vía pública.