El ocio nocturno de Castellón hizo ayer un llamamiento al diálogo a la administración ante el anuncio este viernes por parte de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública de una nueva prórroga de la restricción que establece el cierre del sector por la pandemia y que «no podrá abrir hasta que toda España esté bien», según señaló entonces la consellera del área, Ana Barceló.

La principal consecuencia es que «más locales tendrán que cerrar sus puertas para siempre», tal y como explicó el presidente de la entidad que agrupa a este tipo de locales On Castellón, Carlos Sánchez, que advirtió de que «en caso de no recibir ningún tipo de ayudas se estima que un 70% del sector podría cesar su actividad».

Es por ello que la noticia se recibió entre los empresarios y trabajadores del ocio nocturno «con mucho pesimismo y enfado», ya que según señalaron llevan «siete meses prácticamente con la puerta cerrada» y mostraron su incomprensión «al ser una de las provincias con mejores datos».

Ante esta situación plantean ahora diferentes acciones y movilizaciones para transmitir la situación «límite» que atraviesan.

No obstante, su principal petición consiste en establecer una mesa de discusión con las instituciones públicas para tomar las medidas de forma conjunta: «Queremos que se nos escuche, valore y se nos tenga en cuenta a la hora de regular», explicó Sánchez, que coincide en la necesidad de desarrollar la actividad del sector en estos momentos «con todos los protocolos y las medidas de prevención oportunas».

Además, el representante de la entidad puso en el punto de mira a los botellones «que suponen el verdadero peligro, ya que nosotros estamos regulados» y, por último, mostró la voluntad del sector de «ser parte también de la solución y no solo del problema».

«8 meses cerrados y los impuestos son los mismos»

La llegada del recibo de valoración de los residuos ha generado indignación general entre la ciudadanía por su evidente subida, pero está siendo especialmente criticado por quienes, a día de hoy, no han podido retomar su actividad como consecuencia de la orden autonómica de cierre de los locales de ocio nocturno.

Ese es el caso de un empresario de la Vall d’Uixó que el mismo día en el que se anunció la prórroga en el cierre de discotecas y pubs, recibió el recibo de la basura con un incremento respecto al mismo impuesto del año pasado de 100 euros.

Más de 600 euros que deberá pagar pese a que «llevamos 8 meses cerrados» y, por lo tanto, sin generar ningún tipo de residuo, ni actividad económica. Por este motivo, los afectados piden a la Administración que se replantee esta circunstancia y que ajuste el coste de la tasa a los meses de inactividad.Informa M. MIRA