Cuando una persona sufre una agresión sexual, malos tratos, un robo con violencia o cualquier otro tipo de delito no solo puede acudir a denunciar a una comisaría, un cuartel o a la Fiscalía. A su disposición tiene también tres oficinas de asistencia a las víctimas en Castellón, Vila-real y Vinaròs que en el último año han atendido a 3.200 personas que necesitaban ayuda, psicológica o social. Esto es, ocho castellonenses se personaron cada jornada en estos gabinetes.

Las sedes --ubicadas en los edificios judiciales-- cuentan en la actualidad con una red ampliada de profesionales. En la capital de la Plana existe la figura de un coordinador de la oficina, tres abogados y un trabajador social. En Vila-real son un abogado y un psicólogo los que prestan servicio, mientras que en la capital del Baix Maestrat son un letrado y un trabajador social quienes atienden a las víctimas.

Los delitos más habituales son los de lesiones y coacciones, aunque destaca que el 80% de los casos está relacionado con la violencia de género, tal y como explica el personal de las oficinas a este periódico. En la capital de la Plana los especialistas tratan a dos mujeres al día por este motivo. «Acompañamos a las víctimas en las diferentes fases del proceso. Les damos información de cómo actuar, asesoramiento, atención psicológica, etc», destacan los responsables de la oficina que da servicio en Castellón.

En el caso de las víctimas de violencia machista el contacto es constante, llegando incluso a notificarles las posibles salidas de sus maltratadores de prisión.

MÁS PERSONAL / Los nueve trabajadores de las oficinas de la provincia dependen de la Conselleria de Justicia. El departamento que dirige Gabriela Bravo destina para este año dos millones y medio de euros a las 20 sedes que existen en la Comunitat.

En el caso de los medios humanos, la dotación de personal ha pasado de tres abogados para toda la provincia de Castellón en el 2017 a nueve profesionales desde el pasado mes de febrero.