Solo responder a un whatsapp, solo una llamada, solo enviar un audio rápido... Pueden ser solo unos segundos, pero el uso del teléfono al volante podría salir muy caro. Pese a las sanciones de la DGT y las fatales consecuencias que puede comportar esta distracción, los conductores de la provincia siguen sin estar concienciados sobre los riesgos de usar el móvil. En Castellón se interponen cada día más de dos denuncias por utilizar el smartphone en el coche, o lo que es lo mismo, hasta 76 cada mes.

Así lo reflejan los datos de la Jefatura Provincial de Tráfico, que en lo que va de año han contabilizado casi 400 casos. En 2018 las cifras no fueron mejores, pues 976 personas fueron sorprendidas con sus terminales en la mano mientras circulaban por vías urbanas o carreteras de la provincia.

La masiva utilización de la aplicación WhatsApp y su incorporación como uno de los canales de comunicación más extendidos en la actualidad han comportado también un exceso de confianza entre los conductores, que se atreven a contestar mensajes al mismo tiempo que con la otra mano sostienen el volante, mirando tanto a la pantalla como a la carretera por la que circulan. No se trata de una imagen aislada, puede verse a diario en Castelló, Almassora, Burriana, la Vall d’Uixó y cualquier otra localidad de la provincia.

En estas condiciones, las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico se disparan. Así lo demuestra un estudio reciente de la Universidad de Granada, según el cual la probabilidad de protagonizar un siniestro vial se eleva en un 134% cuando los mayores de 55 años chatean. Entre los conductores de 40 a 54 el riesgo aumenta un 80,5%; un 25% para quienes tienen entre 25 y 39; y un 8,3% para los más jóvenes, de 14 a 24.

Desde la Jefatura de Tráfico de Castellón destacan que el uso del teléfono supone una infracción grave, castigada con una multa de 200 euros y la retirada de tres puntos en el carnet. Una normativa que pretenden endurecer en los próximos meses con hasta seis puntos.

La jefa de Tráfico en Castellón, Mercedes Peris, insiste en que «uno de cada cuatro conductores accidentados en la provincia en el 2017 --el último del que hay datos-- sufrieron una distracción». «A menudo, nos confiamos al volante por la rutina de la conducción, pero hay que ser muy consciente de que el teléfono no puede usarse nunca, ni cuando estamos detenidos en un semáforo en rojo, ni en un paso de peatones», insiste Peris, quien destaca que el WhatsApp y las redes sociales constituyen «el peor peligro». «Si vamos a 120 km/h y escribimos un mensaje recorremos más de 600 metros sin prestar la atención necesaria», recuerda.