Lo que en principio iba a ser la peor campaña del aceite de oliva en años ha derivado en una temporada con buenas perspectivas. Tampoco es para tirar cohetes, pero los 10.0000 oleicultores de Castellón respiran algo más tranquilos. Y el milagro, in extremis, hay que achacarlo a la lluvias. Las últimas precipitaciones han dado un vuelco a la situación y la producción provincial de aceitunas rondará las 9.500 toneladas, un 5% menos que hace un año, cuando se superaron las 10.100.

Si en Castellón la situación no va a ser mala, en el resto de provincias de la Comunitat la campaña pinta oscura. Nada menos que en Valencia, y según los datos de la Unió de Llauradors i Ranaders, la producción caerá un 75%, mientras que en Alicante lo hará otro 40%. En total, la Comunitat recogerá 17.346 Tm y más de la mitad (el 54%) se producirán en las fincas de la provincia. «Las últimas lluvias nos han salvado, algo que no ha sucedido ni en Valencia ni el Alicante, donde se espera una de las peores campañas de la historia», apunta Hilari Jaume, oleicultor de canet lo Roig y reponsable de la sectorial de aceite de oliva de la Unió.

Pero una cosa es la producción y otra es el precio que va a recibir el agricultor. Y este año los precios también se mantienen rentables, con unas cotizaciones medias en origen de 3,2 euros por kilogramo para un aceite virgen extra, de 3,12 euros para un aceite virgen y de 3,08 euros para un tipo de aceite lampante que necesita ser refinado.

Con una cotización que alcanza los 3,2 euros el kilo, el agricultor de Castellón respira tranquilo. Una campaña más (y ya van dos) el aceite vuelve a ser rentable y se cubren los costes de producción. «En un olivar tradicional el coste de producción está en unos 2,5 euros. Yo firmaría ahora mismo para que los precios se mantuvieran entre 3,10 y 3,20 euros, porque significa que, y también gracias a las ayudas de la PAC, podemos vivir de nuestro trabajo», sentencia Jaume.

EL COSTE PARA el CONSUMidor // Los primeros datos apuntan a que el productor de Castellón recibirá este año un precio «justo» por el aceite, pero los expertos apuntan a que eso, necesariamente, no se traducirá en un coste más alto para el consumidor final. Lo más probable es que quien compre directamente aceite producido en una almazara de la provincia pague un precio algo más alto que hace dos años y los precios oscilará entre los 22 y los 24 euros por una garrafa de cinco litros. Lo que ocurrirá en los supermercados es una incógnita. «La lógica impone que este año, igual que ya pasó la temporada pasada, el litro de aceite de oliva alcance precios elevados, pero con las grandes multinacionales nunca se sabe», apuntan los productores. Y como ejemplo citan lo que ocurrió hace tan solo unas semanas en un cadena de supermercados. Vendía aceite a 2,19 euros, muy por debajo de su precio habitual, que es de 3,60. H