Los 17 trabajadores del centro de menores de Segorbe siguen yendo a trabajar, a pesar de que los niños fueron trasladados el pasado 9 de mayo a otras residencias de Nules y Castellón, dos de las cuales gestionan también las Hermanas Terciarias Capuchinas. La plantilla seguirá acudiendo a sus puestos hasta el 30 de junio, fecha en la que vence el contrato que la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas tiene con esta orden. Y es que el departamento de Mónica Oltra pagará hasta esa fecha al centro, como si hubiera todavía residentes. El abono se seguirá haciendo para evitar el pago de una indemnización por incumplimiento, como confirmaron desde Conselleria.

Por tanto, las religiosas recibirán 1.800 euros por cada una de las 18 plazas que dejaron los niños trasladados, ya que ahora están vacías, así como igual cuantía para las otras seis que tampoco estaban ocupadas. El cómputo supone un ingreso mensual de 43.200 euros, a pesar de que no hay menores en el centro.

De momento, la Conselleria ha optado por abonar la mayor parte de mayo y todo el mes de junio, aunque el traslado de los menores se debió a «indicios de maltrato, conductas inapropiadas --como duchas frías o comida caducada-- y a presuntos abusos sexuales de un educador del centro a una menor». Este pago, al igual que al resto de centros de menores tutelados por el Consell, prevén que se haga efectivo cuando llegue el segundo Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), previsto para principios de verano.

DENUNCIAS

Desde el centro de Segorbe confirmaron este martes que los trabajadores siguen acudiendo a sus puestos de trabajo, según los turnos estipulados, «porque el objetivo es que los niños puedan volver». En cuando a las cuatro demandas anunciadas por las religiosas contra la Conselleria y la propia vicepresidenta y consellera, desde la dirección apuntaron que los abogados están ultimando toda la documentación y que se formalizarán en el juzgado «en cuestión de días».