Hay almuerzos y almuerzos. Y para muchos están los de las peñas de Onda y todos los demás. Este municipio de L’Alcalatén ha institucionalizado la tradición del almuerzo hasta convertirlo en uno de los actos más multitudinarios de las fiestas de la Fira, que cada año se celebran en octubre.

La tradición del almuerzo de Onda se pierde en los tiempos. De hecho, almuerzos y pasacalle siempre han ido juntos. Primero es la comida y después el desfile por las calles del municipio. Por la tarde llega el encierro de toros. “Antiguamente lo típico era comer tordos, pues la fiesta coincidía con el inicio de la temporada del parany. Hoy, con esta modalidad prohibida, el tordo ha dado paso a otras carnes y el menú es de los más variado”, apuntan desde la Concejalía de Fiestas del Ayuntamiento.

El día del almuerzo (el año pasado fue el 17 de octubre) encontrar una mesa libre en cualquier bar de Onda es una misión imposible. Todo está completo incluso varias semanas antes de la fecha señalada. Muchos acuden al bar y otros optan por almorzar en la peña. Y si hace buen tiempo, en la calle. Caracoles, conejo, tortillas, cocas de todos los sabores, carne a la brasa y hasta paella con lagostinos.

Miles y miles de ondenses (y cada vez más visitantes) se apuntan al que es para muchos la comida más esperada del año. Una cita que va a más y de la que Mediterráneo realiza un suplemento especial. H