Los ayuntamientos, además de recibir la ayuda por parte de la Administración para atajar el problema de las plagas de mosquitos, se han visto abocados a establecer ordenanzas específicas que permitan atacar el problema tanto en los espacios públicos como en las parcelas de titularidad privada. “Es una cuestión fundamental”, indicó ayer martes el diputado provincial de Medio Ambiente, Mario García, quien recordó que la Diputación ha realizado un importante esfuerzo para asesorar, formar y coordinar en este asunto a los técnicos y responsables municipales.

“No se puede actuar si no se regula a través de una ordenanza, como han venido haciendo ya algunos de los ayuntamientos afectados y otros que están en este proceso de adecuación de la normativa municipal”, manifestó García, quien destacó la labor que en tal sentido se ha venido desarrollando en las diferentes reuniones técnicas que se han realizado. “Es un esfuerzo administrativo y político que hay que hacer para poder actuar con garantías”, explicó.

El diputado provincial extendió esta apuesta por la colaboración política a la Generalitat valenciana, con cuyos responsables mantendrá una reunión en una semana para abordar, entre otras cuestiones, el mantenimiento de las brigadas contra plagas que deben incorporarse y que a día de hoy no se han puesto en marcha.

De otro lado, desde Diputación se espera que la aportación comprometida por el Consell a los ayuntamientos para combatir a los mosquitos se haga de manera efectiva lo antes posible y que sea de manera directa, ya que “en muchos casos, el coste de los tratamientos se ha hecho a través de modificaciones presupuestarias que han tenido que asumir ya los municipios, pese a sus escasos recursos”. H