Pablo Molina fue nombrado ayer nuevo delegado provincial en Castellón de la Federación de Caza de la Comunitat, en sustitución de Antonio Museros, quien había desempeñado el cargo hasta el pasado mes de diciembre, tras un año en el puesto. El mandato culminará a finales del 2022.

Cazador, de 34 años y originario de Azuébar (Alto Palancia), el nuevo delegado provincial es ingeniero y trabaja en el sector agrícola. Además, cuenta con una dilatada experiencia en puestos de la entidad, ya que durante más de ocho años ha asumido el cargo de vicedelegado y ha formado parte de la junta directiva de la propia entidad.

De esta manera, coge las riendas «con ilusión ante esta nueva etapa y con muchas ganas de trabajar por y para los cazadores de la provincia».

La delegación de Castellón reúne a más de 12.000 cazadores y a 188 clubes. El 84% de la superficie de la provincia corresponde a cotos de caza.