El acuerdo entre Podem y Castelló en Moviment (CSeM) para acudir juntos a las urnas en la ciudad de Castellón el próximo 26 de mayo está más cerca y, de hecho, podría llegar a cerrarse en la reunión prevista en 10 días, el próximo 21 de enero, después de varios meses de negociaciones que llegaron a implicar una escalada de tensión en la que no faltó el aviso podemita de acudir en solitario a las municipales.

El secretario general del partido morado en la capital, Fernando Navarro, apuntó ayer precisamente que el acercamiento de posturas permite pensar en culminar el pacto en la mencionada cita. Según Navarro, «hay propuestas encima de la mesa sobre los cuatro elementos a negociar, la candidatura, la dirección del grupo, los recursos y la marca, que deben valorar las direcciones de cada organización».

Por otra parte, lejos de avanzar, el acuerdo entre Esquerra Unida (EU) y Podem en el ámbito autonómico, condición necesaria para que EU se sume en Castellón a la confluencia de CSeM y los morados, parece a punto de quebrarse.

Si Fernando Navarro dijo ayer que las dificultades en la Comunitat pueden «condicionar los procesos municipales», lo cierto es que pueden cambiarlos hasta el punto de limitar el pacto a dos bandas.