L as asociaciones de padres de alumnos (AMPA) rechazan que se sancione a los padres si sus hijos beben, posibilidad que contempla la futura ley estatal. Las familias de la escuela pública consideran que «problemas sociales como el que viven nuestros menores con el consumo de alcohol deben resolverse desde la educación y no desde la penalización», señalan desde la Confederación Gonzalo Anaya de la Comunitat, en la que están incluidas las 220 AMPA de la provincia de Castellón.

Así, este colectivo resalta que «la solución a los conflictos sociales la tiene la educación». Por ello considera que es «imprescindible» generar conciencia y educar en valores desde los primeros años de escolarización. «Penalizar es culpar, mientras educar es prevenir y formar», concreta.

En concreto, aboga por afrontar esta problemática desde los centros educativos con más recursos al alcance de los chavales, como educadores sociales y orientadores. La realidad, señala, es que estos profesionales están «desbordados, no pueden atender todos los casos que les llegan de manera eficaz porque no logran abarcar tanto trabajo». También demanda más recursos públicos para organizar más escuelas de padres y madres. «Porque el problema del alcohol también entra en casa a través de los adultos o simplemente porque muchos de nosotros no sabemos cómo abordar estos problemas o comunicarnos con nuestros hijos».

El presidente de la federación católica de AMPA de Castellón, Concapa, Antonio Rodríguez, señala: «No podemos ser partidarios de sancionar a los padres porque sus hijos consuman alcohol», si bien reconoce que las primeras salidas nocturnas es una de las principales cuestiones que las familias con hijos entre 12 y 14 años afrontan. Estas ocasiones comportan un consumo de alcohol, en el mejor de los casos, moderado y, en el peor, masivo y en poco tiempo.

Desde Concapa apuestan por formar a padres e hijos en el conocimiento y la prevención. Informar de los efectos del consumo de alcohol de modo masivo y descontrolado a edades tempranas. Concapa lleva desde hace años promoviendo programas de formación a las familias.

FORMAR A PADRES E HIJOS // En la misma línea, el presidente de la oenegé castellonense Patim, Paco López, dice que «medidas punitivas no llevan a nada, menos en jóvenes. Debemos generar espacios de encuentro y propuestas de ocio saludables».

Además, hace hincapié en hacer cumplir las normativas de prohibición de venta de alcohol a menores. «Un menor no puede comprar alcohol y que un mayor compre para un menor, es una infracción», indica, advirtiendo que «acceden al alcohol haciendo trampas, la realidad es que aun estando prohibido trasgreden la barrera ficticia», manifiesta.

Opina que «sancionar a los padres es hacerlos responsables totales cuando la responsabilidad es de ellos, es de los gobiernos, de la ciudadanía... no solo de los padres», concreta. Así, aboga por formar a progenitores y adolescentes en las obligaciones y deberes que tiene el joven consigo mismo y con la sociedad.

48% LO PERMITE // En un término medio, el psicólogo Carlos Hidalgo reflexiona: «Son muchas las voces que se han alzado en contra de las multas. Alegan que, al entrar en la adolescencia, se pierde un poco el control de lo que hacen al salir de casa. Que las amistades y el entorno pueden llevar a sus hijos a no actuar conforme con la educación recibida en casa». Sin embargo, advierte, «hay muchos padres que no se involucran debidamente en la educación de sus hijos, pues carecen de una comunicación óptima».

«Desgraciadamente --explica este experto-- el 48% de los progenitores permite que sus hijos menores beban. Y mientras sea menor y, por ende, carente del conocimiento de las normas sociales y de madurez, recae en los padres esa responsabilidad». Para Hidalgo, no bastaría con aplicar esta ley, pues a día de hoy las leyes no han tenido el impacto deseado. «A pesar de las restricciones impuestas para la venta de alcohol a menores, el acceso a las bebidas es cada vez mayor», señala.