Las compañías dedicadas al sector del azulejo volvieron a la actividad la semana pasada con medidas de seguridad reforzadas. Una de las actuaciones más destacadas fue la campaña de tests masivos impulsada por el grupo Pamesa para los empleados. Ayer, la empresa presidida por Fernando Roig dio a conocer los resultados de las pruebas PCR, en las que salieron 43 positivos de un total de 2.200 análisis, lo que supone un porcentaje del 1,9%.

Todos estos trabajadores afectados por coronavirus no han requerido de hospitalización y se recuperan en sus domicilios, según expone el comunicado de la compañía. «Se mantiene un contacto permanente con cada una de estas personas para conocer su evolución», añadieron.

El dispositivo desplegado para conocer la situación de la empresa respecto al impacto de la covid-19 estuvo liderado por el doctor Adolfo Muñoz, jefe de los servicios médicos del Villareal CF, con el apoyo del departamento de prevención de riesgos laborales de Pamesa, de los laboratorios de Pilar Marí y de Unimat.

Este conglomerado, uno de los más importantes de la cerámica nacional, indica que desde el 16 de abril no se registra ninguna baja laboral en relación con el coronavirus. «Consideramos que, mediante la rápida realización de pruebas a la totalidad de la plantilla, se ha conseguido reducir de forma muy relevante el riesgo de nuevos contagios. El trabajo hecho en este dispositivo, y el seguimiento posterior del mismo, ha permitido proteger y dar seguridad a todas las personas que formamos Pamesa», detallaron. Mientras tanto, las líneas de producción se han reestructurado para cubrir la ausencia de los empleados enfermos y minimizar el efecto en la actividad.

Pamesa fue de las primeras del sector en volver a producir tras la finalización del decreto que durante dos semanas paralizó la industria no esencial.