Papas García mantiene, desde hace más de dos décadas, una sólida cartera de clientes que confían en la marca gracias a los métodos artesanales con los que se elaboran sus patatas fritas. Así lo aseguran Javier García y Yolanda Cosín, el matrimonio que inició el negocio en el año 1982 y que, aún hoy, sigue trabajando en la empresa con el mismo ímpetu.

Papas García se creó hace más de 20 años para ofrecer fritos artesanos a los castellonenses. Por aquella época, los García se dedicaban a la elaboración de churros, buñuelos y patatas fritas por métodos tradicionales, y los vendían en papelinas en su tienda, ubicada en la calle Adsuara de Castellón. Fue en 1990 cuando el constante incremento de la demanda, no sólo de particulares, sino también de pequeños empresarios de Castellón que querían vender las patatas en sus comercios, indujeron a los García a elaborar el producto envasado y aumentar los niveles de producción.

Desde entonces, los García distribuyen sus papas a decenas de pequeños comercios de la provincia y conservan la elaboración artesanal de cuando comenzaron su andadura. El matrimonio ve en la calidad el elemento diferenciador de su producto, por ello ha decidido no distribuir sus patatas a grandes superficies, ya que esto implicaría mermar la calidad, en beneficio de un aumento de la producción a nivel industrial.

La empresa, de carácter familiar, cuenta con cinco trabajadores que se encargan de freír y distribuir los paquetes de patatas. Las féculas, venidas de Burgos en invierno y Sevilla, en verano, son peladas, cortadas y fritas en una nave con la que cuenta la firma, sita en la carretera nacional 340, en el término de Castellón. El secreto del sabor artesano de las patatas, es que éstas son rotadas muchas veces por el aceite y no tienen ningún tipo de condimento, ya que están exclusivamente preparadas con aceite, sal y la patata natural. El aceite que utiliza la marca viene de Andalucía, puesto que, según los propietarios, es uno de los de mayor calidad. Para la producción de las patatas, la empresa cuenta con una línea de acero inoxidable montada en la nave que se compone de una peladora, una cortadora y las freidoras. Después el producto es envasado en unas bolsas transparentes con el logotipo de Papas García.