Lo habrá notado a la hora de buscar un aparcamiento gratis en cualquier calle de Castellón. Cada día cuesta más encontrar una plaza libre. También cuando conduce por la ronda de circunvalación de la capital o por carreteras como la CV-10 o la N-340: cada vez hay más tráfico. Y eso que, al menos en la capital, el número de viajeros que utilizan el transporte público va cada año al alza. Pero, aún así, el parque de coches, furgonetas, camiones y motocicletas no deja de crecer. Lo hace cada año hasta el punto de que la provincia ya cuenta con casi 467.000 automóviles censados. Un nuevo máximo histórico.

Los últimos datos que maneja la Dirección General de Tráfico (DGT) no dejan lugar para las dudas. Castellón ha cerrado el 2018 con un total de 468. 948 automóviles, 7.644 más (1,6%) que a finales del 2017, cuando la cifra era de 461.304. Es decir: cada día que pasa el parque móvil provincial aumenta en 21 vehículos.

Pero, ¿qué tipo de automóviles son más frecuentes en la provincia? ¿Hay alguno que evoluciona a la baja? Lógicamente, el grueso de los vehículos que circulan por las calles y carreteras de la provincia son turismos. Se contabilizan nada menos que 310.271 (4.519 más que hace un año). Le siguen las motocicletas, que tampoco paran de crecer y en un año han aumentado un 3,9%, hasta las 40.274. Las furgonetas también viven un auge y ya son 32.819, un 1,59% más. Los únicos vehículos que van a la baja, aunque muy ligeramente, son los tractores (4.469, un 0,9% menos que el año anterior), un descenso relacionado, sin duda, con la crisis que vive el sector agrario.

468.948 son muchos automóviles, pero la cifra es todavía más impresionante si compara con el incremento de la población. Así, mientras el número de habitantes de la provincia apenas ha subido un 0,2% en el último año (de los 575.470 a los 576.898, según el INE), el parque móvil ha experimentado un incremento del 1,6%. O dicho de una manera mucho más clara:

MÁS COCHES Y MÁS VIEJOS

En la provincia cada vez hay más automóviles pero los coches que circulan por las calles y las carreteras son cada vez más viejos. Un par de datos basta para entenderlo: de los 310.000 turismos, algo más de 180.200 (el 58%) tiene más de diez años y otro 6% (18.000 turismos) superan los 28 años de antigüedad. «El parque móvil en Castellón es cada vez más alto y la explicación no hay que buscarla en el aumento de las matriculaciones. La causa está en que se achatarran menos vehículos y, en consecuencia, estos son más viejos», resume Pablo Colom, secretario general de Astrauto, la Asociación de Talleres Reparadores de Automóviles de Castellón.

Los turismos no son los únicos que envejecen. También lo hacen las furgonetas y este caso los datos son más contundentes: el 70% de los vehículos industriales que circulan por la provincia superan los diez años, mientras que las que han cumplido ya los 30 años alcanzan el 13%.

Cuanto más viejo es un coche hay mayores problemas de contaminación y seguridad, y fabricantes, talleres y concesionarios reivindican un plan de ayudas al achatarramiento. «Es necesario un plan que incentive la retirada de los automóviles con más antigüedad, unos coches que ahora se quedan en el mercado», insiste el responsable de Astrauto.

El incremento del parque móvil se nota también en las carreteras, que cada día están más saturadas. La sensación mayoritaria es que cada vez hay más coches (la recuperación económica también ha influido) y la última estadística que maneja el Ministerio de Fomento no deja lugar para la duda. El año pasado circularon por la autovía A7, a la altura de la Vall d’Uixó, una media de 49.964 automóviles, un 2,5% más que en el 2017. Y con la N-340 a su paso por Orpesa sucede lo mismo: 9.385 turismos diarios, un 1,5% más. Son solo dos ejemplos, aunque el incremento del tráfico en la red de carreteras del Estado es generalizado.