El parque Ribalta recuperará en el 2018 el servicio de quiosco-bar que durante décadas ofreció el emblemático espacio, convirtiéndose en punto de encuentro de varias generaciones en uno de los espacios con más solera de la capital. Llegaron a haber dos, el Campos y el Martínez, en las dos esquinas del norte de la glorieta del Obelisco, en el andén central. Ahora, a través de las inversiones financieramente sostenibles del 2016 están a punto de terminar las obras del nuevo, en la caseta del pozo, un bello ejemplo de arquitectura agrícola modernista de finales del siglo XIX, junto al estanque. Contará con cocina, barra y zona de público para 10-12 personas con al menos dos mesas, mientras que el porche de la antigua construcción se destinará a terraza, con mesas y sillas en contacto directo con la riqueza botánica del parque.

Según explican fuentes municipales, la previsión es que durante el primer trimestre del próximo año se pueda licitar la concesión de este quiosco-cafetería con el que se pretende revitalizar y dinamizar el que es uno de los principales pulmones verdes que tiene la ciudad de Castellón.

La inversión de estas obras (a las que hay que sumar la rehabilitación del antiguo palomar del parque para convertirlo en baños públicos) asciende a más de 177.000 euros. En la intervención en el palomar para su adecuación como servicios higiénicos del quiosco, se proyectó la sustitución total de los dos porches actualmente existentes en su planta baja; la colocación de revestimientos cerámicos en paredes y de mosaico antideslizante en suelos de los dos espacios destinados a aseos; la restauración de ventanas y rejas con sustitución del acristalamiento; la sustitución de puertas; y la restauración, limpieza y tratamiento anti-grafiti del revestimiento exterior de la planta baja y de la torre, a la que se aplicará tratamiento de pintura y en la que se instalará un sistema para alejar las aves.

CENTRO DE INTERPRETACIÓN

Las obras irán aparejadas, en un futuro, a un centro de interpretación del parque Ribalta que se proyecta en la antigua estación de tren. El edificio está ocupado actualmente por la tenencia de alcaldía del distrito Oeste, que se trasladará al Maset Blau, como ya avanzó este periódico.