Los parques naturales de la provincia de Castellón recibieron durante el año pasado 280.258 visitantes, según informan fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente, que se basan en los cálculos de la Federación Europarc, que estima que solo un 17% del total de personas que acuden a estos parajes protegidos pasa por los centros de visitantes. El año pasado contabilizaron la llegada de 47.644 individuos por los centros de recepción y oficinas de dichos parques naturales. La cifra es un 12% inferior a la del 2017, cuando sumaron 53.432, pero superior a la del 2015 (45.145). En los últimos cuatro ejercicios, más de 200.000 personas han pasado por estas instalaciones (ver cuadro).

Pese a que las cifras revelan una menor asistencia de gente a los parques naturales en el 2018, fuentes de la Conselleria señalan que esto no puede ser catalogado como algo negativo, ya que «continúa existiendo una gran demanda de la sociedad valenciana para utilizar los parques naturales como lugares de ocio», puntualizan desde la Generalitat.

La necesidad de gestionar adecuadamente los flujos de visitantes para garantizar la conservación de sus espacios naturales y la repercusión que en la sociedad tiene la calidad en la gestión de esas zonas es fundamental.

CONTROL // Desde la Conselleria de Medio Ambiente explican que existe conteo aleatorio que realiza el personal de los parques para conocer el número de visitantes, aunque son personas que no pasan por los centros de información, bien porque ya los conocen o porque se informan a través de la web o las redes sociales.

De los siete parques que hay en la provincia, el que menos visitas recibe es el del Prat, mientras que el del Desert es el que más (8.900) seguido de la Serra d’Espadà (7.072). Al ser insular, el de Columbretes presenta más visitas (12.544), ya que todo el que llega allí es contabilizado.

A lo largo de la presente legislatura, la Conselleria de Medio Ambiente ha desarrollado más de un centenar de actuaciones en la provincia de mejora, en señalética, accesibilidad, tareas de mantenimiento y prevención de incendios, control de poblaciones de fauna y flora, labores de concienciación y voluntariado o corrección de impactos derivados de su uso público, como puede ser la práctica deportiva.