La entidad Patim, especializada en el tratamiento de adicciones, avisa de que la nueva legislación sobre el juego del Gobierno puede perder eficacia, al quedarse «a mitad de camino» en el aspecto de la regulación de horarios y bonos promocionales. El colectivo incide en que algunas medidas «dejan abiertos espacios muy amplios, donde las operadoras del juego pueden concentrar y ampliar su impacto entre los adolescentes». Piden que la norma tenga una dureza análoga a la del tabaco.