El Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral de la Comunitat, más conocido como Pativel, ya es una realidad tras entrar ayer definitivamente en vigor. Lo ha hecho no sin dificultad, ya que detrás hay más de dos años de tramitación, dos exposiciones al público, un número ingente de alegaciones desde toda la provincia y las quejas de infinidad de colectivos, desde propietarios de terrenos a los que afectarán sus restricciones hasta grupos ecologistas. Y lo peor, con la inseguridad sobre su futuro por las denuncias que mantienen en el juzgado tres municipios que se sienten perjudicados: Orpesa, Peñíscola y Alcalà.

El Pativel propone la conservación de más de 7.500 hectáreas de suelo de elevada calidad ambiental y paisajística en la Comunitat, 2.500 de ellas en Castellón. La norma distingue dos categorías principales: el suelo no urbanizable de protección (hasta los 500 metros desde la ribera del mar) y el suelo no urbanizable de refuerzo (de 500 hasta 1.000 metros), espacios en los que se veta la construcción excepto por causas muy puntuales, que deben ser justificadas por los municipios.

oposición // La normativa se encontró desde el primer momento con la oposición frontal de municipios que lindan con la costa. Peñíscola y Alcalà de Xivert fueron los primeros en poner el grito en el cielo y denunciar que la Conselleria no atendía sus alegaciones. Orpesa y Moncofa se sumaron posteriormente a la causa.

Todas estas localidades alegan que el Pativel hace casi inviable cualquier tipo de desarrollo urbanístico y la llegada de inversiones; y destacan que, pese a que la Generalitat defiende que la norma busca proteger espacios de interés ambiental, en muchos casos se aplicará sobre zonas degradadas y sin valor paisajístico.

Hay dos importantes proyectos en la provincia que, sin embargo, han logrado escapar a las restricciones de la normativa, al menos de momento. Uno es el PAI Doña Blanca Golf de Torreblanca, que sigue dando pasos para convertirse en realidad. Ahora, la adjudicataria tiene 60 meses para ejecutar las obras y esquivar el Pativel. El otro es el PAI Sant Gregori de Burriana, que se ha activado, parece que de forma definitiva.