Todo el sector citrícola coincide: las cualidades organolépticas de la fruta, aquellas que tienen que ver con la calidad, el sabor, la textura y la apariencia serán excepcionales en esta temporada. Lo apuntan las empresas comercializadoras y también las organizaciones agrarias.

Ayer, la patronal estatal, (el Comité de Gestión de Cítricos) señaló que las mandarinas y naranjas tendrán una calidad «excepcional», como lo demuestran los estudios del IVIA y del Soivre. Las fuentes del CGC destacaron además que la cosecha será «idéntica» a la de hace dos años. Ello se debe a que la merma en el calibre de la fruta provocará que parte de ella no sea apta para la comercialización. Y es que, según las estimaciones de las consejerías de las tres principales zonas productoras (la Comunitat, Andalucía y Murcia), la producción se elevará a unos 7 millones de toneladas. El incremento más significativo se dará en las mandarinas (1,79 millones de Tm, un 29,4% más), un alza mayor que la de Castellón, informó ayer Efe.

más calibre // Movido por esta previsión en cuanto a un mayor incremento de producción, el sector se ha animado a aclarar sus explotaciones con el fin de corregir esta última circunstancia y aportar mayores dosis de calidad a sus productos, tal como explican representantes de las asociaciones agrarias.

Las previsiones de Fepac rebajan el aforo de la Conselleria (preciscamente porque habrá fruta que no podrá salir a la venta) y apuntan a que la campaña en la provincia dejará unas 520.000 toneladas de clementinas y 60.800 toneladas de naranjas, lo que representaría unas condiciones bastante más positivas cara a la exportación «porque nos permitirá exportar más y, de lo que no nos cabe duda es que tendremos una fruta buenísima», explica Doménech Nácher, secretario general de la organización.

Coincide el responsable del área de cítricos de la Unió, José Ramón Urbán, quien añade que la principal preocupación radica ahora en el tamaño de la fruta y en qué condiciones llegará en las diferentes fases de la campaña. En este sentido, el clima de las próximas semanas será determinante para evaluar los aspectos que tienen que ver con el calibre de los frutos, asevera.

UN AÑO «NORMAL» // Desde el Comité de Gestión de Cítricos apuntan que la nueva cosecha prevista se moverá en los parámetros de normalidad en cuanto a su cuantía, ya que «veníamos de un año especialmente corto en cuanto a producción», explican. Este comportamiento al alza de la cosecha prevista permitirá superar las mermas de la campaña anterior y garantizará un suministro que se vaticina ya como muy equilibrado en los mercados.

Las condiciones climáticas que se vienen sucediendo desde la pasada primavera, con temperaturas algo más elevadas de lo habitual y la sequía, condicionarán una cosecha prácticamente calcada a la de 2014-2015. H