La patronal castellonense CEC se centra estos días en reducir al máximo los gastos para tratar de evitar sorpresas desagradables, como un corte de electricidad. Una vez las cuentas de la entidad estén mínimamente claras, derivarán en un presupuesto de mínimos, muy alejado de los 873.000 euros previstos por el anterior equipo rector, según ha podido saber este rotativo.

Los miembros de la comisión gestora vienen analizando estos días en qué se van los escasos fondos de que dispone la Confederación de Empresarios de Castellón (que adeuda tres nóminas y media a sus 11 trabajadores) para tratar de cerrar el grifo. Así, se ocupan pocas estancias para ahorrar en luz y reducir el gasto en limpieza (1.000 euros mensuales); se reducirán las 17 unidades de teléfono existentes (cuestan 350 euros mensuales y solo hay 11 trabajadores) o se dará de baja, el próximo 1 de septiembre, del alquiler de la plaza de párking de uno de los Audi de la entidad.

Se trata del coche que habitualmente utiliza el que fuera secretario general de la patronal provincial hasta hace unos días, Rafael Montero, y que sigue manteniendo a pesar de que no sigue en su cargo. Este vehículo es el más reciente (fue adquirido en el 2007) de los dos que posee la Confederación. El otro lo sigue utilizando el expresidente José Roca, que ha manifestado su voluntad de abonar el valor residual del vehículo (tasado en 2.000 euros, ya que fue comprado en el 2003) a los actuales gestores de la CEC.

La patronal acaba de hacer frente a los impuestos de circulación y diferentes reparaciones en el concesionario donde se compraron, mediante renting, ambos.

Con todos estos recortes de gasto, y el análisis de todas las cuentas, la comisión gestora busca “aportar la transparencia que no ha existido hasta ahora”.

Asimismo, durante estos días los gestores también se han de reunir con tres abogados laboralistas (ya han visto a uno) en busca de la vía para despedir a Rafael Montero por causas objetivas.