El presidente de la patronal Ashotur, Carlos Escorihuela, se mostró ayer frontalmente contrario a que se grave al sector con una tasa turística que, entiende, es «una barbaridad» y que produciría un «enorme daño al sector en Castellón». De esta manera se pronunciaba el representante empresarial poco antes de reunirse con la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, quien pidió al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que no atienda a los requerimientos que se le viene haciendo en tal sentido por parte de sus socios de gobierno y desde Podemos.

Bonig recordó que el turismo es un sector fundamental para los valencianos, «que supone el 14% del empleo directo y un 13% de nuestro PIB». La presidenta del PP añadió que «la recaudación del sector es de casi 3.000 millones en tributos directos, dinero que se dedica a la sanidad, educación, infraestructura», por lo que para la dirigente popular «estamos hablando de cosas muy serias» y se corre el riesgo de perjudicar a un sector que está logrando remontar económicamente tras años de dura crisis.

La jefa de los populares valencianos recordó el rechazo mostrado por el Consell Valencià de Turismo a esta tasa y apeló a no ponerla en marcha. De la misma manera se manifestó, con posterioridad, el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, quien dijo que poner una tasa «es decir a quienes nos visitan que no los queremos aquí».